El ejemplo de México
Por: Carlos Meneses
APEC es una oportunidad que Perú no puede perder y que tenemos que aprovechar primero para entendernos y alcanzar las mejores metas de nuestra libertad.
Sería recomendable que el gobierno del Perú mirase alrededor para aprovechar la experiencia que han vivido otras naciones para combatir violencia similar a la que aqueja al país nuestro. La dama que ahora es presidenta de México ha dicho que el primer gran esfuerzo de su gobierno será restablecer el orden interno y terminar con una secuencia de muertes que por años ha enlutado y empobrecido a los mexicanos.
No es distinto el caso de los chilenos con Pinochet, tampoco diferente lo que ocurrió con Sendero Luminoso (SL) y con el afán peruano de reducir al MRTA. La pregunta que se hace todo el mundo es por qué no se aplican las experiencias usadas por otras naciones para resolver los problemas de seguridad.
Una de las formas para resolver problemas es mantener diálogos constructivos y permanentes entre quienes lejos de buscar contactos y soluciones se empeñan en pelear y no procurar solución de conflictos que afectan, como siempre, a los que menos tienen.
El intercambio de experiencias es necesario; cada día es más evidente que todos tenemos que hacer un esfuerzo para darnos la mano y ayudarnos entre países subdesarrollados que quieren superar adversidades y promover el desarrollo.
En el Perú tenemos que llamar al entendimiento en vísperas de un proceso electoral que mal utilizado podría perjudicar la economía alentadora que tiene nuestro país. La única forma de lograrlo es conversando y más ahora en que, vía APEC, vendrán de todo el mundo para conocernos y permitir un desarrollo que todos deseamos.