Comercio informal desafía operativos en el Centro Histórico de Arequipa
Pese a la contratación de más personal municipal, el comercio ambulatorio persiste en las calles del Centro Histórico de Arequipa. Durante Halloween, el plan especial de la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA) fue superado por la gran cantidad de ambulantes que lograron evadir a los municipales y continuaron operando en la Ciudad Blanca.
Ayer, la MPA desplegó un operativo de seguridad especial en el Centro Histórico, con control de accesos y restricción del comercio ambulatorio en las principales calles. El gerente de Servicios al Ciudadano, Freddy Basurco Mamani, informó que se asignó personal municipal para restringir el acceso a comerciantes y vendedores informales. Sin embargo, admitió que se necesitan al menos 150 efectivos municipales para eliminar la informalidad, pero actualmente cuentan con poco más de 100.
Aunque en la calle Mercaderes, el rostro visible del Centro Histórico, el número de ambulantes ha disminuido, la informalidad sigue alrededor de los mercados Siglo XX y San Camilo, especialmente en la avenida Siglo XX (segunda cuadra) y calle Dean Valdivia (tercera cuadra). Allí, los comerciantes informales y vehículos que ofrecen productos de manera fugaz aprovechan para evadir el control municipal. Esta situación se réplica en los exteriores de los mercados del Centro Histórico.
Al mediodía de ayer, la MPA completó la instalación de 350 vallas metálicas en calles clave del Centro Histórico, lo que permitió reducir la presencia de ambulantes en Mercaderes. Adicionalmente, se intensificaron las labores de supervisión en las calles para asegurar el cumplimiento de las normas contra el comercio ambulatorio, además de la limpieza de calles y plazas del Centro Histórico. No obstante, los ambulantes continuaron resistiéndose, especialmente durante festividades como Halloween.
La campaña de sensibilización se extenderá en los próximos días a otros puntos estratégicos del Centro Histórico, como Mercaderes, Muñoz Najar y Jerusalén, para involucrar a más comerciantes y ciudadanos en la regulación del comercio informal. Razón por la que se espera que se puedan obtener mejores resultados a futuro.