MIDAGRI impulsa en el país el Seguro Agrícola Catastrófico
ES CUBIERTO POR EL ESTADO EN UN 100%
Consiste en indemnizar al productor hasta por un monto de S/ 800 por hectárea, proporcional a su superficie asegurada. El acceso al Seguro Agrícola Catastrófico es gratuito y no tiene requisitos previos a los pequeños productores.
El Seguro Agrícola Catastrófico (SAC), que impulsa el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI) para atender a los pequeños productores para la campaña agrícola 2024-2025 tiene previsto garantizar los cultivos.
El SAC brinda apoyo necesario a los agricultores, cuyas hectáreas de cultivos priorizados sean afectados por riesgos climáticos, naturales, plagas y/o enfermedades.
Por ejemplo, en el norte, es de conocimiento que sus cultivos vienen siendo afectados por la sequía y la presencia de la plaga del Fusarium R4T en el cultivo de banano.
El MIDAGRI ha incluido el seguro agrario en su política de desarrollo de la competitividad del agro peruano, como mecanismo para gestionar el riesgo en el sector agrario, ayudando a los productores a mitigar los efectos financieros de eventos naturales adversos y mejorar la eficiencia de los subsidios del Estado.
Además, el SAC es cubierto en un 100% por el Estado, para brindar atención a los agricultores más pobres y vulnerables del país, cuyo propósito es apoyarlos para reinsertarse en la actividad agrícola y mitigar los daños generados por eventos naturales, muchos de ellos vinculados a los impactos generados por el cambio climático.
El seguro indemniza al productor y productora hasta por un monto de S/ 800 por hectárea, proporcional a su superficie asegurada, a través de apertura de cuentas de ahorro, dentro de los 15 días siguientes, contados a partir de la fecha de la aprobación del padrón de beneficiarios por parte de la Dirección Regional de Agricultura.
El SAC cubre los siguientes efectos de los fenómenos naturales: sequía; granizo; nieve; lluvia excesiva o extemporánea; altas temperaturas; huaico; deslizamiento; vientos fuertes; incendio; plagas y depredadores; inundación; enfermedades; falta de piso para cosechar; erupción volcánica; sismo; helada; y sequía para cultivos bajo riego.