Último mariscal del Perú hizo grandes obras en Arequipa
Por Carlos Meneses Cornejo
Se trata del Oscar R. Benavides, quien asumió la Presidencia de la República por mandato del Congreso y a causa de la muerte de Sánchez Cerro.
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La revolución de 1930 derrocó a Leguía y que tras bambalinas dirigió el último mariscal que tuvo el Ejército peruano, Oscar Raymundo Benavides Larrea, conocido como “el tuerto”. Benavides era muy amigo de quien fue ministro de Economía e incluso presidente del Consejo de Ministros. Él asumió el cargo de presidente por mandato del Legislativo luego de que el comandante Luis Miguel Sanchez Cerro fuera asesinado en el centro de Lima.
En Perú el grado de mariscal fue concedido a 12 jefes militares que ocuparon cargos importantes superiores al grado de general. Benavides fue el último de ellos, luego de participar en el conflicto con Colombia y a propuesta y con el apoyo de los alcaldes arequipeños Alberto Rey de Castro y Julio Ernesto Portugal consiguió que el ministro de Hacienda, Manuel Ugarteche Jiménez le diera todos los recursos económicos para festejar con obras el IV centenario de la fundación de Arequipa.
Entre las obras conseguidas por Benavides y satisfechas por Ugarteche Jiménez figuraron la construcción del mercado San Camilo y también del Cuartel Salaverry, el policlínico del Seguro Social Obrero y la central hidroeléctrica Charcani III, después se financió el hotel de Turistas de Selva Alegre, el Teatro Municipal de la calle Mercaderes. La primera carretera Arequipa a Chapi y la pavimentación de la pista Tingo-Tiabaya, así como el inicio de la carretera Arequipa-Lima.
Se adquirieron los terrenos para el colegio de la Independencia Americana, del estadio Melgar y la construcción de los barrios Obrero I y II en IV centenario y en lo que sería la Av. La Marina. También se construyó el local de la Compañía de Bomberos Arequipa N° 1 y la iglesia de La Recoleta. Asimismo, se edificó el Palacio Arzobispal, se puso adoquines en la Plaza de Armas con piedra puneña y se estrenó el aeropuerto Rodríguez Ballón, se financió el II Congreso Eucarístico y se asfaltaron las avenidas Goyeneche, Jorge Chávez, Independencia.
Fue el único mariscal del Perú que realizó obra pública en vista que el presidente Leguía se dedicó a embellecer Lima y se olvidó de las capitales departamentales y provinciales.
Entre los mariscales peruanos figuraron Antonio José de Sucre de nacionalidad venezolana, otros destacados fueron Francisco Javier de Luna Pizarro, Agustín Gamarra, Andrés de Santa Cruz, Miguel de San Román, Ramón Castilla, Francisco Bolognesi, Domingo Nieto, José de la Mar y Eloy Ureta.
Cuando muere el último mariscal peruano en 1945, Oscar R. Benavides fue el único que ocupó el cargo y en 1933 promulgó la Constitución que dio el Congreso, que remplazó a la de 1920, dejó el poder cuando fue elegido presidente en elecciones democráticas Manuel Prado Ugarteche.
Manuel Ugarteche Jiménez colaboró con los esfuerzos de Benavides, por ello fue declarado Hijo Predilecto de la Ciudad y una de las calles del parque de Selva Alegre lleva su nombre en recuerdo del apoyo que dio a su tierra natal en múltiples campos que incluyeron la creación de la Av. Ejército, el Balneario de Jesús y el inicio de las obras del puerto de Matarani. Todas ellas fueron coordinadas con los alcaldes arequipeños y los festejos jubilares del IV centenario fueron retrasados del 15 de agosto al 14 de octubre para cumplir con los cronogramas correspondientes.