A pesar del fallido intento del Congreso por limitar su participación, los movimientos regionales del país podrán competir en los procesos electorales del 2026. No obstante, todos han sufrido deserciones y migraciones en sus filas, perdiendo a varios de sus principales candidatos a nivel nacional. Aunque tendrán participación en la elección de gobernadores y alcaldes para la próxima gestión, esta podría ser la última vez.

«Los movimientos regionales participaremos en las elecciones de 2026. Esa es una victoria política, pero no podemos negar el daño ocasionado por el Congreso. Muchos de los candidatos estrella de los movimientos regionales fueron incautos y migraron a los partidos. Ahora se modificó la normativa, y el 30% de los postulantes pueden ser invitados, incluso para gobernador o alcalde», declaró el presidente del movimiento regional Arequipa Tradición y Futuro, Jorge Sumari Buendía.

Aunque la eliminación de los movimientos regionales promovida desde el Congreso fracasó, dicha acción los debilitó seriamente. En Arequipa, solo Arequipa Avancemos y Arequipa Tradición y Futuro permanecen activos. Mientras tanto, cerca de 20 movimientos locales desaparecieron debido a la migración de sus principales candidatos. A nivel nacional, la situación es similar: apenas 15 movimientos sobreviven, mientras que más de 100 han desaparecido.

Ante las imposiciones del Congreso, Sumari Buendía considera posible que las elecciones del 2026 sean las últimas en las que los movimientos regionales participen a nivel nacional. Actualmente, el panorama no es alentador. Si no se defiende su existencia, los movimientos regionales podrían desaparecer en los próximos años, dejando el escenario político exclusivamente en manos de los partidos nacionales.