Por: Carlos Meneses

Salhuana al volver de China tendrá que considerar, por lo menos, un reajuste en su junta directiva antes de enfrentar una interpelación y probable censura.

El presidente del Congreso, al volver de su corto viaje a China Popular, se encontrará con problemas serios en la conducción del Congreso de la República, no solo se trata de investigar la existencia de una red indeseable en el Legislativo, sino de una solicitud de suficiente número de legisladores que lo interpelarán y de seguro propondrán su censura y la de toda su junta directiva.

Lo ocurrido en el Congreso es consecuencia de mal manejo de cuya responsabilidad es directamente de la mesa directiva. Así las cosas y los apuros que a su turno está soportando el grupo de la bancada de APP- de César Acuña- obliga a que se reconsidere la estabilidad de la Junta Directiva del Congreso, cosa que podrá ocurrir solamente a partir de marzo cuando se reanude la labor plena del Parlamento y el cese de la Comisión Permanente.

Habrá que ver cómo mejoran o empeoran las labores del grupo de trabajo que dirige la Comisión de Fiscalización a la que se ha negado convertir en Investigadora.

Entretanto, el único parachoques que encontrara a su regreso de China el señor Salhuana será el de su propia directiva ahora investigada por la Policía Nacional del Perú (PNP) y la Fiscalía que están empeñadas en averiguar alcances de lo que podría resultar siendo contratación de personal indeseable de empleados, que ya está costando la vida de una servidora que murió de 40 balazos.

Habrá que ver también cómo procederá el Ejecutivo con respecto a lo ocurrido en el Congreso y qué primeros resultados hay de la investigación que realiza la PNP y el Ministerio Público.