Arequipa experimentó un crecimiento del 4% en la creación de empresas formales
En Arequipa, las altas y bajas de empresas reflejan directamente la evolución de la economía local. Cada año, la región experimenta la creación de nuevos negocios, mientras que otros dejan de operar, lo que demuestra la constante transformación del entorno empresarial. Estos movimientos son una parte integral del desarrollo económico y tienen un impacto significativo en la generación de empleo y la competitividad de las empresas.
A SEPTIEMBRE DEL 2024
Durante los tres primeros trimestres de 2024, se registraron 13,244 nuevas empresas formales, lo que representa un crecimiento del 4% respecto al mismo período de 2023. Sin embargo, también se produjeron 11,944 cierres, lo que refleja un notable aumento del 74% en comparación al mismo periodo año anterior.
Asimismo, las altas mostraron una tendencia creciente, alcanzando su punto máximo en el tercer trimestre con 4,797 nuevas empresas, luego de un incremento constante desde el cuarto trimestre de 2023. Por otro lado, después de una disminución en el número de bajas en el cuarto trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024, donde se cerraron 604 y 581 empresas, respectivamente, las bajas comenzaron a aumentar, con un total de 4,720 empresas cerradas al cierre del tercer trimestre.
Este comportamiento se debe a varios factores económicos, como la desaceleración generalizada de la economía y las altas tasas de interés. Además, a la complejidad de los trámites regulatorios y la competencia del sector informal. Asimismo, factores externos, como las protestas sociales y la incertidumbre económica, podrían haber influido en el aumento de las bajas de empresas formales.

En cuanto a las altas y bajas según el tipo de empresa, las personas naturales predominan en ambos escenarios. En las altas, representan el 60% del total, mientras que en las bajas constituyen el 49%. Esto indica que las empresas constituidas como personas naturales son sensibles a la dinámica de la economía regional.
Por otro lado, las sociedades anónimas tienen una participación menor tanto en las altas (16%) como en las bajas (15%). Sin embargo, el número de cierres en este tipo de empresas sigue siendo considerable, lo que indica que, a pesar de su estructura más sólida, también enfrentan desafíos económicos y regulatorios que impactan su sostenibilidad.
Dentro de la categoría «otros», se incluyen las E.I.R.L. (Empresas Individuales de Responsabilidad Limitada) y las S.R.L. (Sociedades de Responsabilidad Limitada). Estas empresas representan el 25% de las altas y el 36% de las bajas, lo que indica que, a pesar de su participación significativa en la creación de nuevos negocios, también enfrentan una tasa considerable de cierres. Esto podría estar relacionado con desafíos específicos que dificultan su permanencia en el mercado, como la competencia, las condiciones económicas y otros factores externos.

Por otra parte, dentro de los departamentos de la Macro región Sur, Arequipa lideró en términos absolutos con 13,244 empresas creadas en el periodo de enero a septiembre 2024; impulsadas por el dinamismo empresarial y 11,944 dadas de baja. Este comportamiento reflejó un mercado competitivo con sectores saturados, donde los costos elevados y la competencia intensa limitan el crecimiento neto.
En Apurímac, el saldo neto positivo de 140 empresas, con 3,252 altas y 3,112 bajas, se relacionó con la importancia de la minería, que impulsó actividades económicas indirectas. Por su parte, Cusco destacó con un incremento neto de 325 empresas, gracias a la recuperación del turismo, lo que dinamizó sectores relacionados, como el comercio y servicio. Sin embargo, las 10,379 bajas registradas indicaron la vulnerabilidad de los negocios pequeños frente a fluctuaciones en la demanda turística y altos costos operativos.
Madre de Dios y Moquegua presentaron saldos netos negativos en la dinámica empresarial, con -628 y -177 empresas, respectivamente. En Madre de Dios, la reducción reflejó problemas vinculados a la sostenibilidad ambiental y desafíos en actividades extractivas como la minería informal, lo que limitó la diversificación económica. En Moquegua, la contracción empresarial se debió a la desaceleración de nuevos proyectos tanto públicos como privados, afectando la competitividad de esta región.

Asimismo, Puno mostró un saldo neto de 573 empresas, derivado de una economía diversificada, limitada en su capacidad de crecimiento. Los conflictos sociales y la incertidumbre generada por protestas locales también afectaron el dinamismo empresarial. Finalmente, Tacna registró una disminución neta de 126 empresas, con 2,941 altas y 3,067 bajas. Este comportamiento estuvo influenciado por el comercio transfronterizo con Chile, afectado por restricciones comerciales y económicas entre ambos países.
