Por: Carlos Meneses

El titular de la citada cartera ministerial volverá al Perú en una semana habiendo logrado los objetivos de sus viajes, mientras en Lima el resto del gabinete oraba en la Catedral de la capital peruana.

La primera misa realizada en la iglesia de Santa María la Mayor contó con la asistencia de miles que oraron por el papa Francisco que yace en una tumba discreta coronada por una lápida de piedra de mármol italiano. Solo estaba el nombre del papa con ninguna inscripción adicional y siempre resguardada por la Guardia Suiza. Es la mejor demostración del aprecio que la cristiandad tiene por el santo padre recién fallecido; en tanto en la Capilla Sixtina, el Colegio cardenalicio decidía que solo a partir del 7 de mayo se realizaría el cónclave en el que luego de un aislamiento total los cardenales elegirán al sucesor del líder argentino.

En la iglesia de Santa María la Mayor otros siete papas fueron enterrados anteriormente por decisión propia, como lo ha sido esta vez el papa Francisco. La tumba confirma la humildad con que vivió quien gobernó la Iglesia católica durante doce años, nada de lujos y lo único que permitió Francisco era que le pusieran clavos de oro en su caja mortuoria porque así lo mandaba el protocolo y no lo que él hubiera deseado.

Entretanto, el presidente de la delegación representativa del gobierno peruano y ministro de Relaciones Exteriores, Elmer Schialer realizaba una gira por países árabes en donde procurará conseguir inversiones en favor del Perú de esa manera el viaje que realiza el ministro alcanzará los 2 propósitos que perseguía; es decir estar en la Santa Sede y luego realizar gestiones ante naciones ricas para que sus miembros se animen a invertir en nuestra patria.