Juventud que genera el desarrollo

La pobreza no solo es una cifra, es una condición que limita derechos y proyectos de vida. De acuerdo con el INEI, la pobreza involucra al 27.6% de nuestra población; por ello, el Midis la aborda con un enfoque multidimensional que trasciende a los indicadores económicos, atendiéndola de manera integral con todos los actores con quienes he trabajado de cerca, con la finalidad de romper con la pobreza intergeneracional y erradicar la exclusión social en las distintas etapas del ciclo de vida de las personas.
Por ello, una de las mayores prioridades que tenemos como Gabinete Ministerial del Gobierno de Transición y Reconciliación Nacional es que más peruanos se alejen de la línea de pobreza, pobreza extrema y vulnerabilidad en la que se encuentran hoy. Ese es el encargo que tenemos del presidente de la República, José Jerí Oré, y lo hacemos involucrando al Ejecutivo, los gobiernos regionales y locales, empoderando a las personas con herramientas para mejorar su calidad de vida y la de sus familias, en especial de nuestros jóvenes que más que el futuro, son el presente y el motor del desarrollo.
Es con ese espíritu de cooperación y desarrollo que daremos inicio el 21 de octubre a la 13a Semana de la Inclusión Social, que se constituirá, por espacio de tres días, en una gran plataforma nacional para consolidar avances, intercambiar experiencias y proyectar compromisos que fortalezcan la Política Nacional de Desarrollo e Inclusión Social al 2030, que se traduzca en la reducción y progresivo cierre de brechas que aún perduran en la sociedad.
Nuestros programas y servicios estarán en el territorio –en el Perú profundo que conozco e identifico sus necesidades en los casi 10 años de mi carrera pública–, acompañamos a madres gestantes; niños y adolescentes para asegurar su salud y continuidad educativa; y a personas adultas mayores y con discapacidad para garantizar cuidados, ingresos y autonomía.
Impulsaremos un estado de bienestar, con desarrollo económico y productivo, promoviendo y fortaleciendo los emprendimientos de los usuarios de nuestros programas, los emprendimientos rurales, con la finalidad de que logren la autonomía económica a la que aspiran y merecen. La inclusión económica es un puente efectivo para salir de la pobreza de manera sostenible.
Creemos firmemente que la inclusión social debe ser sinónimo de desarrollo en el país.
Hoy, el sector atiende a más de 10 millones de usuarios con sus programas sociales e intervenciones, acercando el Estado a quienes más lo requieren y asegurando calidad, transparencia y mejora continua.
Expreso mi compromiso como mujer, como madre, como peruana en este enorme desafío, potenciar los logros y corregir lo que corresponda, con total transparencia, honradez y eficiencia en favor de los que aún no tienen voz.
Estoy segura de que la 13a Semana de la Inclusión Social contribuirá con este objetivo nacional y que el llamado de sus autoridades a la reconciliación de todos los peruanos sea el punto de partida para transitar hacia la consolidación de un Perú más justo e inclusivo, con oportunidades efectivas para todos.
