Una de las víctimas del incendio en Huancané no fue identificado.

PUNO

Los restos mortales de un joven de aproximadamente 20 años de edad, fallecido calcinado durante el incendio en el karaoke restaurante «Calma Tripas», ubicado en jirón Lima de Huancané el pasado 4 de diciembre, fue sepultado el miércoles 17 como N.N. luego de permanecer 11 días en la morgue sin ser reconocido.

Las autoridades procedieron al entierro por razones de salubridad, tras agotar todos los intentos para identificar al fallecido y sin que ningún familiar o conocido se presentara a reclamarlo, pese a los avisos públicos emitidos.

La decisión de sepultar al joven fallecido en el trágio incendio se tomó debido a la imposibilidad de conservar el cuerpo por más tiempo y a la ausencia total de familiares que pudieran identificarlo formalmente. 

Según los protocolos establecidos, cuando un cadáver no es reconocido en un plazo razonable, se procede a su entierro para evitar riesgos sanitarios, aunque se deja registrado un código de identificación que permitirá localizarlo en el futuro.

Durante los 11 días que el cuerpo permaneció en la morgue, las autoridades realizaron todas las diligencias necesarias para lograr su identificación, incluyendo la difusión de alertas y la revisión de registros. Sin embargo, ninguna de estas acciones arrojó resultados, lo que obligó a seguir el procedimiento estándar para casos de personas no identificadas.

El joven fue registrado como N.N. y sepultado con un código único, el cual quedará archivado en los registros oficiales. Este código permitirá que, en caso de que algún familiar o conocido aparezca en el futuro, se puedan realizar los trámites legales correspondientes para su identificación y, de ser necesario, la exhumación.

Las autoridades reiteraron el llamado a la ciudadanía para que cualquier persona que tenga información sobre la identidad del joven, o que lo reconozca como familiar o conocido, se acerque a las instancias competentes. 

las causas del siniestro aún están bajo investigación, este caso ha generado preocupación en la comunidad, especialmente por la falta de respuestas sobre la identidad del fallecido.

Casos como este demuestran la importancia de la colaboración ciudadana con las autoridades. Muchas veces, la información para resolver situaciones como la identificación de un fallecido puede estar en manos de personas que, por desconocimiento o temor, no se acercan a declarar.