Un nuevo capítulo para la IE Beethoven: así se transforma un colegio público en Arequipa
Detrás de los trabajadores y maquinarias que hoy se ven excavando en la institución educativa hay un esfuerzo conjunto entre el BCP, la comunidad educativa y el sector público. Como entidad del sector privado que financia la obra a través del mecanismo de Obras por Impuestos, el BCP apuesta por una modalidad que acelera la ejecución de proyectos prioritarios para miles de familias arequipeñas y permite que inversiones de este nivel no se queden solo en planos, sino que se conviertan en infraestructura real al servicio de la ciudadanía por cerrar las brechas en infraestructura escolar en la región.
Ya comenzaron las obras para la modernización del colegio Ludwig Van Beethoven en Arequipa.
Detrás de los trabajadores y maquinarias que hoy se ven excavando en la institución educativa hay un esfuerzo conjunto entre el BCP, la comunidad educativa y el sector público. Como entidad del sector privado que financia la obra a través del mecanismo de Obras por Impuestos, el BCP apuesta por una modalidad que acelera la ejecución de proyectos prioritarios para miles de familias arequipeñas y permite que inversiones de este nivel no se queden solo en planos, sino que se conviertan en infraestructura real al servicio de la ciudadanía por cerrar las brechas en infraestructura escolar en la región.

La actual infraestructura del colegio, construida hace más de 50 años, presenta ambientes que ya no responden a las necesidades actuales de aprendizaje. El impacto de esta obra se sentirá mucho más allá de los salones. Durante los próximos meses, más de 400 personas trabajarán a diario para que, en 2027, las familias de Alto Selva Alegre cuenten finalmente con un colegio moderno, seguro y mejor equipado. Para los padres será tranquilidad; para más de 1,800 niños y niñas que estudian en la IE Beethoven cada año, será la oportunidad de aprender en un entorno que potencia su talento. Y para los docentes, significará disponer de herramientas y espacios que impulsan metodologías más dinámicas. Para Arequipa —y para el Perú— es un paso firme en la ruta de fortalecer su sistema educativo.
