El mayor título en las artes marciales no es el cinturón de campeón
“El León” Fernández afianza su compromiso con el deporte en las nuevas generaciones.
Por Danna Felipe B.
Para Joshua Fernández Ugarte, conocido en el mundo de las artes marciales mixtas como “El León” Fernández, este deporte le cambió la vida. Tal como sucede en una gran película, la disciplina y los valores obtenidos lo alejaron de un mal camino y lo incentivaron a compartir las artes y su experiencia con muchas más personas. Hoy invita a todos los arequipeños a ejercitarnos para disfrutar del presente y el futuro.
Joshua está cerca de cumplir 32 años y nos confía que no le quedan grandes combates en el tiempo, pero a él eso no le importa. Aunque suene increíble, a diferencia de muchos, “El León” ya sabe qué quiere hacer el resto de su vida. La conexión que ha alcanzado con las artes marciales mixtas es muy especial. En su mirada, el campeón refleja la pasión y el regocijo por lo que hace.
“Quiero disfrutar, porque voy a cumplir 32 años. Yo ya no voy a llegar a pelear en una liga importante, pero amo competir, por eso voy a seguir haciéndolo, no para ser el mejor, sino porque quiero disfrutar; es mi pasión y, aparte de ello, mi prioridad es mi equipo, porque tengo muchachos que tienen entre 18 y 22 años, y por la edad que tienen ellos sí pueden llegar a pelear en UFC, pueden llegar a ser campeones mundiales. Mi sueño es tener un peleador en la UFC. Otro sueño es que en Arequipa este deporte sea grande y también, a muy largo plazo, que personas de bajos recursos puedan vivir del deporte”.
Fernández Ugarte nos comparte que este deporte no te deja solo; no sabe cómo explicarlo, pero hay algo increíble junto a él. Afirma que es el deporte más duro del planeta. Es muy demandante, no solo en lo físico; no es para todos.
“Yo amo lo que hago, no tanto por el contacto o el golpe; amo la esencia detrás del deporte: la lealtad, el amor, que te alegra más que tu compañero gane que tú mismo. Cuando tu compañero pelea, te pones más nervioso que cuando tú mismo peleas, porque siempre estás pensando en equipo y no en uno mismo”.
Hay personas que se han encontrado en las artes marciales. Les ha ayudado enormemente a sobrellevar momentos difíciles, y es en ese punto donde uno entiende que hay espiritualidad en el deporte. Porque la felicidad y las tristezas van y vienen, pero, en las palabras sabias de nuestro entrevistado, uno siempre va en busca de paz.
SUPERÁNDOME A MÍ MISMO
“No me da miedo decirlo, es algo personal, pero es real. Hace muchos años tenía problemas con el alcohol, porque cada vez que yo tenía algún problema personal lo único que hacía era beber. Pero ahora voy a mi escuela, me pongo los guantes y, aunque suene mal, me agarro a golpes con otro compañero y ese problema se va. No malogré mi día, no malogré mi cuerpo, no gasté dinero, no hice cosas que no quería hacer simplemente porque no estaba en mis cinco sentidos. Eso le recomiendo a cualquier persona”, finaliza.
