Por Jorge Turpo R.

Cerro Verde debe a Sedapar por uso de agua US$ 2,163 millones. Mediante convenio la empresa minera ejecutará nuevo punto de captación de agua de las plantas. Convenio con Sedapar obliga a la minera hacer el cambio del punto de captación de agua de las plantas La Tomilla y Miguel de la Cuba. También se reveló que la deuda de la minera a Sedapar es de US$ 2,163 millones.

La empresa minera Cerro Verde ejecutará directamente una de las obras más importantes para garantizar el abastecimiento de agua potable en época de lluvias. Se trata del cambio de punto de captación de las plantas Miguel de la Cuba y La Tomilla, una intervención valorizada en más de 14 millones de soles, que permitirá que Arequipa no vuelva a quedarse sin agua cuando los huaicos bajen por el Chili.

Recordemos que en los dos últimos años Arequipa se quedó sin agua potable durante prácticamente una semana en la temporada de lluvias. La caída de huaicos, obligaron a que dejen de operar las plantas de tratamiento.

La obra que se ejecutará en el 2026 forma parte del convenio suscrito entre Cerro Verde y la empresa prestadora Sedapar, como contraprestación por el uso del agua tratada de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) La Enlozada.

El proyecto consiste en trasladar el punto de captación hacia la central hidroeléctrica de Charcani V. Desde allí, el ducto no será afectado por los deslizamientos de lodo y piedras que, en los últimos años, inutilizaron los puntos actuales de toma.

En términos simples, aunque el río se enturbie o los huaicos ingresen al cauce, las plantas seguirán recibiendo agua y podrán operar con normalidad.

El impacto para la ciudad es directo: continuidad del servicio y reducción del riesgo de desabastecimiento.

La mala noticia es el calendario. La obra no estará lista para la próxima temporada de lluvias. Así lo reconoció la gerenta general de Sedapar, Yanet Montoya, quien explicó que el perfil ya fue elaborado y que el expediente técnico se encuentra en su etapa final.

El pedido a Cerro Verde, dijo, será que ejecute la obra con carácter de urgencia en los próximos cuatro meses, de modo que esté operativa para la temporada de lluvias del 2027. “La ciudad ya no debería volver a pasar por lo que vivió estos dos años”, afirmó.

NEGOCIACIÓN

El anuncio se realizó en una conferencia de prensa ofrecida ayer por la gerencia y el directorio de Sedapar, donde se transparentaron los términos del convenio con la minera.

Allí se reveló un dato central: Cerro Verde le adeuda a Sedapar 2,163 millones de dólares por el uso del agua tratada de La Enlozada.

Montoya dijo que ese monto resulta del cálculo del precio del agua tratada de acuerdo al mercado donde el metro cúbico cuesta, en promedio 0.18 céntimos de sol.

No obstante, destacó que el convenio firmado el último viernes en Lima con la presencia del presidente, José Jerí, contempla una inversión mayor a esos 2,163 millones.

“Se ha conseguido que la minera finalmente invierta, incluyendo proyectos ya ejecutados, 3091 millones de dólares”, dijo Montoya.

Detalló además cómo se compone ese monto. La minera ya ejecutó una inversión de 555 millones de dólares para la construcción de la PTAR La Enlozada. Por la operación de la planta, el cobro asciende a 166 millones de dólares. A ello se suman compromisos de inversión de gran escala: 247 millones de dólares para la segunda etapa de La Enlozada; 1,078 millones de dólares por operación y mantenimiento de la planta hasta el año 2060; 116 millones de dólares en obras de saneamiento por inversión directa; 510 millones de dólares mediante el mecanismo de obras por impuestos; y una tercera etapa de La Enlozada valorizada en 419 millones de dólares, también por obras por impuestos.

En conjunto, las inversiones comprometidas suman 3,091 millones de dólares.

¿VENTAJOSO?

El directorio de Sedapar, encabezado por su presidente, Marco Falconí Picardo, e integrado por Arturo Arroyo y Manuel Walter Díaz Valdivia, coincidió en señalar que se trata de un convenio favorable para la empresa y para la ciudad.

Falconí subrayó que es la primera empresa de saneamiento del país que logra un paquete de inversiones de esta magnitud.

Sin embargo, surgieron cuestionamientos. Uno de ellos apunta a que casi mil millones de dólares del total se ejecutarán vía obras por impuestos, un mecanismo que, en la práctica, se financia con tributos que dejan de ingresar al Estado. Es decir, recursos que finalmente también provienen de la población.

Montoya defendió el acuerdo con un argumento central: Sedapar no tiene la capacidad económica para operar La Enlozada ni para ejecutar las ampliaciones que se requerirán en los próximos años. “Tenemos capacidad operativa, pero no capacidad financiera. Nadie hace nada gratis, y Cerro Verde nos está cobrando todo”, sostuvo.

Agregó que si Sedapar habría decidido asumir la operación de la PTAR La Enlozada se tendría que incrementar las tarifas a los usuarios. “Tendríamos que cobrar el conceto de tratamiento de agua de desagüe y el cálculo sería así: una familia que actualmente paga 36 soles mensuales en su recibo, tendría que pagar 57 soles”, indicó.

AGUA, MINERÍA Y ALTERNATIVAS

El convenio también redefine el volumen de agua tratada que la minera podrá usar. Cerro Verde pasará de recibir 1 metro cúbico por segundo a 1.5 metros cúbicos por segundo de agua tratada de La Enlozada para sus operaciones.

Adicionalmente, mantiene una licencia de 1 metro cúbico por segundo de agua cruda del río Chili, otorgada por la Autoridad Nacional del Agua.

Según Montoya, la negociación partió de un escenario límite: la única alternativa para Cerro Verde, de no llegar a un acuerdo, era desalinizar agua de mar y traerla desde la costa, una inversión mucho más costosa.

“En lugar de desalinizar, la minera prefirió invertir en saneamiento, ampliar La Enlozada y pagar por el agua tratada de los desagües de Arequipa”, explicó.

Ante la pregunta de por qué Sedapar no exigió mejores términos si tenía esa ventaja, Montoya afirmó que las condiciones logradas son “inmejorables”.

También descartó que Sedapar reciba directamente los 2,163 millones de dólares para ejecutar las obras por su cuenta.

La razón, dijo, es la burocracia y la lentitud de los procesos públicos, que habrían retrasado intervenciones urgentes para la ciudad.

MÁS OBRAS

El paquete de inversiones incluye más obras estratégicas. Una de las más relevantes es la construcción de un vaso regulador por encima de la planta Miguel de la Cuba.

Este reservorio permitirá almacenar agua suficiente para garantizar al menos 48 horas de abastecimiento a Arequipa en caso de emergencias, desastres naturales o paralización de las plantas.

Ese “almacén de agua”, como lo describieron los técnicos, funcionará como un seguro hídrico para la ciudad. Las inversiones también alcanzarán a provincias como Caravelí e Islay y deberán ejecutarse en el próximo quinquenio, tal como establece el convenio.

En un contexto de cambio climático, lluvias más intensas y una ciudad que no deja de crecer, la obra de cambio de captación marca un punto de inflexión. No resuelve todos los problemas del agua en Arequipa, pero corrige uno de los más críticos: la fragilidad del sistema en temporada de lluvias. Esta vez, al menos en el papel, la ciudad no debería volver a quedarse seca cuando más agua cae del cielo.