Por: Dany La Torre

El destrabar las obras paralizadas que existen en la región Arequipa, generaría más de 300 mil puestos de trabajo y permitiría una mayor celeridad en el proceso de reactivación económica. Según el miembro de la Red de Estudios para el Desarrollo y docente de la UCSM, Patricio Lewis Zúñiga, las autoridades regionales y municipales deben generar un eje articulador con las universidades para fomentar mejores políticas de inversión pública.

De acuerdo a la Contraloría General de la República, en Arequipa existen 94 obras paralizadas con un costo actualizado de más de 3 mil millones de soles. Con esta situación, la región se posiciona como la segunda a nivel nacional con el mayor monto de inversión de obras paralizadas, solo superado por La Libertad.

La mayor parte de esta problemática, surge a raíz de factores relacionados al incumplimiento de contrato, discrepancias, controversias y arbitrajes, así como la falta de recursos financieros y liquidez por mala elaboración de expedientes técnicos. Este último, se ha tornado en el problema principal en la región, puesto que se repite en el 30% de las obras trabadas. 

“Presentan los expedientes técnicos muy precarios o presentan adendas y por ahí está el tema de la corrupción, no se calcula bien el proyecto. Por ejemplo, en un inicio se puede indicar un monto de 5 millones, entonces hago el trato con la empresa para que gane la buena pro, pero después la empresa sale diciendo que costará 7 millones, para eso debo hacer una adenda para esos 2 millones adicionales, entonces eso se entrampa porque va el Ministerio de Economía y hay todo un proceso, entonces no hay liquidez”, explicó.

Como situación adicional, Lewis detalló que, en cada gestión regional, se realizan cambios constantes de funcionarios, hecho que no garantiza la eficiencia en la elaboración de los proyectos públicos. “Se van aquellos que hicieron el expediente técnico, y contratan nuevas personas, pero ahí la curva de aprendizaje es larga, porque tiene que aprender desde cero como hacer los expedientes técnicos”, aclaró.

Cabe precisar que, entre las principales obras paralizadas en la región Arequipa, se encuentra, la vía Cuatro Carriles en el Cono Norte. En esta obra de más de S/.130 millones, destaca una mala elaboración del expediente técnico que culminó en la resolución de hasta dos contratos. Asimismo, el hospital de Cotahuasi es otra de las muestras de una deficiente elaboración del expediente técnico y su posterior ejecución. Tras dos años de espera, se espera que se culmine en el 2023 y termine costando más de S/.70 millones.

Finalmente, destaca el proyecto agroenergético Majes Siguas II. Si bien la firma de la adenda 13 para destrabar la obra se realizó el 12 de julio, aún quedan pendientes por resolver para la continuidad del proyecto. El reinicio de las obras, se concretaría oficialmente en enero del próximo año. 

¿QUÉ SE PIERDE AREQUIPA?

Sin duda alguna, las expectativas por la continuidad de estas obras deben ser la principal preocupación de quienes ocupen los futuros cargos públicos en los gobiernos regionales y municipales. El especialista en temas económicos y financieros, Patricio Lewis, explica que la ejecución de obras públicas genera un efecto multiplicador en la economía regional. Así, por ejemplo, el requerimiento de, profesionales, personal técnico, obreros, operarios, entre otros, propiciaría más oportunidades laborales. Ante ello, resaltó que de lograr el destrabe de todas las obras en Arequipa, se generarían más de 300 mil puestos de trabajo. Esto a su vez, apoyaría al proceso de reactivación económica en Arequipa.

“Prácticamente estaríamos en pleno empleo formal, porque estas obras requieren de trabajadores formales y Arequipa tiene una tasa de informalidad considerable, el 69% de los trabajadores en la ciudad se encuentra en esa condición”, explicó.

Igualmente, señaló que se percibiría una mejora en el crecimiento del PBI regional que, a la fecha viene creciendo al 2.5%. “Si destrabamos estas obras, el PBI crecería al doble, es decir, podría crecer al 5%.”, añadió.

TRABAJO ARTICULADO

En otro momento Lewis relató que las autoridades regionales y municipales deben generar un eje articulador con las universidades para fomentar mejores políticas de inversión pública; así como estrategias que estimulen la inversión privada.

En ese sentido, recordó que la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) debe ampliar la inversión que recibe por conceptos de canon minero, a fin de desarrollar más trabajos de investigación en torno a la realidad de Arequipa y sus ventajas competitivas. 

“Principalmente, el canon minero por parte de la universidad, ha sido utilizado para proyectos de inversión, proyectos que desarrollan infraestructura y el tema de investigación se ha mantenido como un tema bastante bajo. Esto debe cambiar, porque si bien es cierto necesitas aulas más equipadas, eso no lo puedes hacer por todo el tiempo, sino el propósito del canon para las universidades, es principalmente el de investigación y desarrollo para las regiones donde supuestamente está el mineral para poder hacerlas crecer sostenidamente en el largo plazo”, dijo.

DATO

En ese sentido, también destacó que el trabajo de las universidades debe estar articulado con los gobiernos regionales, las municipalidades y la empresa privada. “Pero actualmente los gobiernos locales no tienen una muy buena capacidad de gestión pública. Aquí hemos visto, por ejemplo, que, si bien la gobernadora regional ha ejecutado parte del canon, somos una de las regiones que perciben más canon minero a nivel nacional y que, en presupuesto, tampoco lo ejecutamos al 100%, por lo tanto, tenemos una cantidad de dinero, que regresamos al gobierno nacional, estamos dejando de hacer obras de gran impacto para la región, para eso se necesita el apoyo y coordinación de las universidades”, indicó.