Más de mil obras paralizadas en el sur y la informalidad es mayor que en Lima
Por: Roxana Ortiz A.
En los últimos años, las gestiones regionales y municipales han resultado, en la mayoría de los casos, una decepción por el poco compromiso de las autoridades por el desarrollo de sus pueblos, algunos justificándose en la pandemia; lo cierto es que en todo el sur del país, se han contabilizado más de mil obras paralizadas, las que hubieran podido resolver el tema de la falta de empleo y los ingresos económicos para miles de familias.
Según estadísticas obtenidas por la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) en las regiones de Arequipa (con 94 obras paralizadas solo del GRA), además de Apurímac, Cusco, Moquegua, Puno y Tacna; se han contabilizado más de mil obras paralizadas, las que representan el 39% de los proyectos detenidos a nivel nacional.
Esta situación es particularmente grave porque afecta el desarrollo de proyectos empresariales del sur del país y priva de diversos servicios a su población. “Estas regiones requieren de forma urgente el desarrollo de infraestructura para ayudar a cerrar las enormes brechas económicas y sociales que tienen respecto a Lima, y ayudar a dinamizar la economía, pues este “jala” a diversas ramas industriales”, indicó el presidente de la SNI, Jesús Salazar Nishi, quien resaltó además que la macrorregión presenta diversos indicadores negativos que evidencian los problemas que sufre el sur del país.
La Macrorregión Sur presenta una informalidad laboral de 83,1%, superior al promedio nacional (76,8%) y casi 20 puntos mayor a la de Lima (63,4%), siendo Puno una de las regiones que más padece este flagelo en esta zona del país: allí 9 de cada 10 trabajadores laboran sin acceso a jubilación o vacaciones.
“No es de extrañar que Puno también sea la región que presenta un mayor porcentaje de pobreza monetaria, con un 42,6%, con ello, una vez más apreciamos la estrecha relación del auge de empleo sin derechos y pobreza, pues los niveles de salarios percibidos por los trabajadores están relacionados con la condición de su empleo”, afirmó el titular de la SNI.
En el caso de Arequipa, por lo menos un 12% de la población se encuentra viviendo en la pobreza, mientras que la informalidad llega al 69.1%. Apurímac tiene un 28% de pobreza y la informalidad también es bastante elevada, llegando al 90.6%. El 22% de la población de Cusco está en pobreza mientras que e l87.2% trabaja en la informalidad. Tacna tiene 21,8% de pobreza y la informalidad llega al 77.9%. Moquegua tiene 10,2% de pobreza y un 76,8% de informalidad.
De esta manera, el ingreso promedio que percibe un trabajador formal puede ser hasta tres veces el equivalente al recibido por uno que labora en un puesto de trabajo informal. “Esta es una situación que debemos cambiar con políticas eficaces en generación de empresas e impulso de sectores identificados como motores de desarrollo para el sur”, refirió.
Salazar Nishi, resaltó que el sur del país tiene el enorme potencial en su sector minero, con minas de clase mundial. “Necesitamos aprovechar este sector con la construcción de cadenas sólidas de desarrollo de proveedores, esto nos permitirá crear clústeres en torno a la explotación minera y atraer inversiones a las industrias de refinación”.
Agregó que la ejecución de proyectos como el de Irrigación Majes-Siguas II, la recuperación del Sistema de Transporte de Gas y la construcción del Parque industrial de Matarani son oportunidades que podrían marcar el reinicio del proceso de desarrollo de la zona sur del país, que concentra un gran porcentaje de la población que requiere ser incorporada a la población económicamente activa ocupada.
Con el objetivo de sumar al debate nacional para llevar desarrollo a las regiones, el gremio industrial presentará hoy la agenda “Perú Macrorregión Sur al 2031” en la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa; enfocada en los sectores Pesca para consumo humano directo y Acuicultura, Textil y confecciones, Alimentos y Bebidas, Minería y sus Proveedores, Construcción e Infraestructura, Mipymes, Turismo y Gastronomía, y Tecnologías de la Información y Comunicación. En total, se proponen 79 estrategias y 209 medidas elaboradas en trabajo conjunto con los empresarios de la zona, conocedores de su situación y de los problemas que enfrentan.