Por: Carlos Meneses

“El nombramiento del ministro de Defensa, Daniel Barragán no es bueno ni para el país ni para los intereses nacionales”.

Constituye un agravio a las Fuerzas Armadas y también a la Policía Nacional del Perú el que el gobierno en la noche del día en que se celebraba fecha jubilar procediera a designar nuevo ministro de Estado en el despacho de Defensa a Daniel Barragán, un oficial retirado que fue candidato a la vicepresidencia de la República, en el proceso electoral del 2021, en una lista encabezada por la actual esposa de Antauro Humala.

Además de lo anterior el señor Barragán es un hombre de zigzagueante quehacer político, pues postuló en una lista congresal de Lima por Somos Perú y luego estuvo en Unión por el Perú que apoyó la candidatura de Antauro.

Mientras él juraba en la noche en forma sorpresiva se había recordado en la mañana la lucha anti terrorista y días antes el sacrificio de 3 efectivos de policía asesinados a balazos en Andahuaylas por Antauro Humala, recientemente liberado en un proceso administrativo que es objeto de investigación, pues el propio Antauro evidencia no ser autor de trabajos que le fueron atribuidos y le permitieron redimir con ellos días de encierro.

Entretanto quien era ministro de Defensa, también militar retirado, Richard Tineo era cambiado de cartera de Defensa a Transportes y Comunicaciones.

Nadie entiende por qué y para qué el presidente tiene este tipo de actitudes y designaciones. Se abre frentes donde no los querría tener nadie en forma innecesaria, excepto que la explicación fuera que tiene vinculaciones con los Humala y concretamente con Antauro y su manera de hacer política.

Así que ahora tenemos un admirador de Antauro al frente de la defensa nacional y un desafiante individuo a las afirmaciones patrióticas del jefe del Comando Conjunto de la Fuerza Armada.