Albergues de la Sociedad de Beneficencia de Arequipa ya no tienen espacio
Por: Dany La Torre

Los Centros de Acogida Residencial (CAR) para menores y adultos mayores de la Sociedad de Beneficencia de Arequipa no pueden recibir a más personas debido a limitaciones financieras. La brecha de atención de casos sociales crece notablemente, por lo que se necesita un mayor apoyo del Estado, aseguró la presidenta de la Beneficencia, Celina del Carpio.

La funcionaria destacó que sus recursos son limitados, por lo que sólo les alcanza para internar a un número limitado de personas en cada CAR. Así, por ejemplo, en el caso del CAR Las Mercedes ex Chilpinilla, se tiene un promedio de 90 ancianos desprotegidos que muchas veces son reportados por las comisarías o la Fiscalía. Sin embargo, debido a las limitaciones, se dejaron de atender otras 10 solicitudes.

“Los ancianitos tenemos muchas llamadas de diferentes comisaría y fiscalías, tuvimos un caso para llevar al albergue de Las Mercedes a una señora con alteraciones mentales, lamentablemente no se pudo porque nosotros no recibimos ni un céntimo del Estado, hubo otros casos más que dijimos que no con mucha opina porque no tenemos espacio, ni las condiciones de alimentación vivienda para poderlos atender y darles calidad de vida”, agregó.

Esta misma situación se repite en el albergue ‘El Buen Jesús’ del distrito de Paucarpata, en Arequipa, donde se tienen internados a 70 adultos mayores y no se puede atender más casos sociales. Asimismo, en el comedor social denominado “San Martín de Porres” ubicado en la calle Don Bosco, las limitaciones económicas hacen que sólo se dispongan de 300 raciones al día. Las porciones son entregadas principalmente a los albergues y unos cuantos platos son vendidos a personas de la tercera edad con bajas condiciones económicas. “Generalmente son jubilados y almuerzan por S/.1.50”, aclaró Del Carpio.

En el caso del albergue de menores Chávez de la Rosa, se tiene un promedio de 38 niños. Normalmente deben ser atendidos sólo hasta los 12 años, pero debido a las escasas solicitudes de adopciones, muchos deben quedarse hasta los 13 o 14 años y se dejan de atender a otros menores. “Por la pandemia no hay adopciones, por eso queremos hacer un llamado al Juzgado de la Familia para que promocione la situación de darles una familia a estos niños que necesitan de cariño. Nosotros tratamos de darles ese cariño, pero no es igual, si tuvieran una familia su desarrollo personal sería óptimo”, agregó.

Ante esta situación, Del Carpio refirió que, mediante un proyecto de ley, buscan que parte del canon minero se destine a las beneficencias del país. A su criterio, esta medida permitirá que se acondicionen los albergues y en muchos casos, se amplíen las capacidades de atención a menores y ancianos desprotegidos.

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