Por: Roxana Ortiz A.

Cientos de comerciantes se preparan para la gran campaña navideña, la fiesta más comercial del año. Los alrededores del estadio Melgar están completamente copados de vendedores de todo tipo de artículos alusivos a la malformada festividad religiosa.

Por un sector se encuentran los comerciantes que traen una serie de productos hechos en arcilla y barro, aunque en menor cantidad que años pasados. Otro grupo está conformado por comerciantes del Altiplano que se dedican a la chamanería y la mayor cantidad de ellos, los que ofrecen productos importados.

Hay algunos que durante todo el año se dedican a realizar trabajos a mano, llamativos duendes, papa noeles, renos, renas y un sinfín de figuras relacionadas con este época, la mayoría de ellas inventadas para las películas como el famosos Grinch, del cual se puede observar uno en tamaño natural, de 600 soles.

Está también la señora que por años se dedicó a la confección de vestidos para el niño, polcos, manoplas; tejidos o bordados a mano, de todo tamaño como para engreír al niño y vestirlo de fiesta.

La novedad para este año son las luces. Ahora han salido unas similares a las leds de años pasados denominadas UVS, que según los comerciantes alumbran un poco más. Tienen una diferencia de 5 a 10 soles con las anteriores, de acuerdo a los puertos. Entre 35 y 45 soles.

Los árboles se pueden encontrar desde los 50 hasta más de 500 soles, el tubo de bolas de adorno para el árbol navideño por docena, desde 8 soles, dependiendo del tamaño.

Quienes siempre llaman la atención y tienen una buena clientela es la sección de Las Alasitas, un promedio de 15 comerciantes que te aseguran te pueden cambiar la vida, todo depende la fe. Hacer regresar a la pareja, conseguir casa, terminar la tesis, tener una moderna camioneta, sacarse la tinka. Una curación personal a través de una mesa puede tener un costo promedio de 500 soles y no les faltan clientes.

También hacen curaciones con el cuy, blanco o negro. “El cuy se convierte en una radiografía de la persona, luego de pasarlo, lo abrimos para descubrir sus males”, aseguran las expertas. Ellas como “fieles creyentes”, para que este mes sea muy exitoso en los negocios, rindieron homenaje a su patrona, a la Virgen de Copacabana, con una misa y harto incienso.

Pero quien ahora les hace la competencia en cuanto a conseguir lo imposible, son los chinos o los que venden productos chinos; quienes también han instalado un stand ofreciendo sanaciones con cuencos tibetanos, fortalecer y equilibrar la energía, entre otros beneficios. Igualmente tienen a la venta las imágenes de buda de todo tamaño, el pato mandarín en tamaños y materiales, entre otros.

Por el momento los comerciantes dicen que el negocio está bajo, pero como recién se inició el mes confían en que la población con el transcurso de los días los visiten para adquirir objetos con los que puedan adornar la casa.