Certificado azul: cambiando el chip a los empresarios
Por: Luis Luján Cárdenas
La escasez del agua ya se está produciendo en muchos lugares del mundo. Muy cerca de nosotros, Chile, atraviesa una prolongada sequía de más de 13 años a causa de la ausencia de lluvias, reduciendo en casi 50% el caudal de sus ríos; tema difícil de gestionar, agravada por una despiadada privatización del recurso a favor de empresas transnacionales. México, igual, añadiéndole sobreexplotación del agua.
La tendencia mundial al 2050 -según las Naciones Unidas- es que 7,000 millones de personas padecerán sed debido al uso intensivo del agua por los agricultores, ganaderos y empresas agropecuarias que consumen casi el 70% del agua dulce; los industriales, mineras, petroleras, comercio y otras actividades, un 20%; mientras el consumo humano es de apenas 10%.
El calentamiento global, la contaminación, el aumento de la población, el incremento de la demanda de alimentos, de las actividades extractivas, productivas, comerciales y turísticas, en fin, la actividad humana está llegando a límites increíbles frente a un recurso hídrico que no ha sido globalmente bien administrado y gestionado. Bien dice el expresidente de Uruguay José Mujica: la crisis ecológica y del agua es por una mala y egoísta gestión.
Perú no escapa de esta problemática. Poco a poco, el sector agua está tomando conciencia de que debemos mejorar la gestión del recurso y cambiar nuestros hábitos de consumo, no solo a nivel de ciudadano (Sunass, Sedapal y EPS han aumentado sus campañas de cultura de agua), sino en el sector empresarial, donde la Autoridad Nacional del Agua (ANA), desde el 2015, está desarrollando el importante Programa de Huella Hídrica Certificado Azul (https://certificadoazul.ana.gob.pe/). Hace unos días realizó la novena entrega de este documento, con el soporte de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude) y el 2030 WRG para la promoción del certificado azul.
El certificado azul “es un mecanismo que busca reducir la huella hídrica de la producción nacional de bienes y servicios, transmitiendo a las empresas el mensaje de sostenibilidad y uso eficiente del agua; es un reconocimiento a las empresas que ejecutan con éxito compromisos asumidos para la medición de su huella hídrica, su reducción y su programa de valor compartido”, expresó el jefe de la ANA, Hugo Jara Facundo.
Con esta destacable iniciativa ?que debería tomar mayor cuerpo y efectividad práctica con una ley, que obligue paulatinamente a las grandes y medianas empresas a insertarse a este programa?, se ha logrado a la fecha “ahorrar 3,000 millones de litros y el reúso de 477,000 litros; beneficiar a 42,780 personas beneficiadas; proteger nuestras fuentes y reservas de agua; reducir la contaminación; promover la sostenibilidad, competitividad, posicionamiento, fidelidad y aumento de las utilidades de las empresas; así como mayor confianza, interrelación y buen vivir con los stakeholders, clientes y comunidad de su entorno.
Actualmente, 32 empresas están inscritas y certificadas en tres categorías. “Este año nueve empresas recibieron el certificado azul: Repsol Exploración Perú, Shahuindo SAC, San Miguel Fruits Perú S.A., Ferreyros S.A.A., Agroindustrial Huamani, Gas Natural de Lima y Callao S.A., Textil Amazonas S.A. y La Arena S.A.”, informó la ANA. ¡Felicitaciones!