La construcción del personaje femenino en la novela: “Carta de una desconocida”
Por: Rubén Lavado – Exalumno del Bachillerato Internacional del Colegio Peruano Alemán Max Uhle
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El ensayo reflexiona sobre la subordinación del personaje femenino y su papel dentro de una sociedad en la que impera el poder de lo masculino.
DE STEFAN ZWEIG:
La obra “Carta de una desconocida” (1922) de Stefan Zweig 1881-1942) relata los acontecimientos fortuitos en la vida de una joven mujer, llamada “La Desconocida”, y su amor incondicional que persistiría hasta su muerte por un famoso novelista. La temática de la obra manifiesta la confrontación de una mujer dentro de una sociedad machista tradicional a través de la relación efímera narrada por la Desconocida, donde se evidencia que el personaje femenino es subyugado por el personaje masculino.
Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) se notaban algunos avances en la lucha de la mujer por la conquista de sus derechos. “El gran siglo de las mujeres, el que ha revolucionado más que ningún otro su destino y su identidad, es el siglo XX” (Lipovetsky, 1999, p. 9). Los estereotipos de género son percibidos como la formación ideológica planteada en la sociedad, estableciendo roles disímiles entre hombres y mujeres, o sea, que los constructos de género siguen persistiendo dentro de la sociedad.
En el argumento de la obra, predomina el constructo de género en el espacio social y representa la supremacía del hombre sobre toda existencia en la percepción del género femenino. “Yo ya no creo en Dios y no quiero una misa; creo únicamente en ti, sólo te amo a ti, y sólo quiero continuar viviendo en ti…” (Zweig, 1922, p. 23). Mediante un polisíndeton y la deixis personal “ti” se reitera la manifestación de la obediencia hacia el hombre en el espacio psicológico de la Desconocida, dado que se demuestra la aparente superioridad del sexo masculino en el imaginario social de la mujer. Por consiguiente, se determina que el hombre asciende a un plano superior dentro de la percepción de la protagonista. De este modo, se refleja la influencia de los constructos de género en “La desconocida, ya que muestra la dogmatización desmedida del hombre como un ser superior, estando por encima de la mujer en toda circunstancia, demostrando la asimetría de los personajes masculinos y femeninos en un mismo contexto.
De igual importancia, se manifiesta la permanente dependencia emocional de la mujer a la voz del hombre. “No preguntaste cuál era mi nombre ni dónde vivía: de nuevo era yo para ti una aventurera, un ser anónimo, una hora apasionada que se pierde en el humus del olvido sin dejar el menor rastro tras de sí.” (Zweig, 1922, p. 20). El fragmento muestra la insuficiente importancia que el famoso novelista le otorga a la identidad de la Desconocida, además de evidenciar la intencionalidad del autor al no ponerle un nombre, por lo que es incuestionable que ella se vea representada como un ser carente de una identidad propia, dependiendo del juicio del varón, donde el narrador posee indirectamente la autoridad sobre las intervenciones de la misma a lo largo de la trama. Es así que la noción de género influye en el personaje femenino, debido a que la construcción de la Desconocida se basa en la relación tóxica con el novelista, influyendo en sus expresiones personales que, por el contrario, el personaje masculino no se ve afectado por la presencia de ella, señalando a la mujer como un ser sin influencia o valor.
Se resalta la alusión al estereotipo en el ambiente laboral cuando se observa la exclusión y desigualdad del género femenino en el aspecto socioeconómico dentro de una sociedad machista. “Tu hijo debía tenerlo todo: riqueza, facilidades, para elevarse hasta ti, hasta tu esfera de vida” (Zweig, 1922, p. 17). A través de la utilización de un narrador homodiegético protagonista en el discurso de la Desconocida, se enfatiza la imposición de que el hombre debe vivir con lujos, por lo que la protagonista realiza labores inmorales para que su hijo alcance ese “status” del sexo masculino, ya que se menciona que ella no posee la autoridad pública necesaria para conseguir un puesto de trabajo estable. Se infiere que los constructos de género intervienen en la preferencia de género en los ámbitos políticos, económicos y sociales, manifestando la jurisdicción del personaje masculino, acorde a sus intereses. “Los grupos tienen (más o menos) poder si son capaces de controlar (más o menos), en su propio interés, los actos y las mentes de los (miembros de) otros grupos.”(Van Dijk, 1999, p. 186). La mujer está delimitada a ser objeto de deseo del hombre para permanecer en la clase “alta” de la sociedad, suscitando que la Desconocida se construya como una mujer dócil, satisfaciendo todos los deseos del otro a cambio de nada.
Se manifiesta la predisposición del rol maternal a la mujer, que representa el estereotipo de género de priorizar el cuidado de la familia al género femenino. “Mi hijo ha muerto ayer. Durante tres días y tres noches he estado luchando con la muerte, queriendo salvar esta pequeña y tierna vida, y durante cuarenta horas he permanecido sentada junto a su cama” (Zweig, 1922, p. 1). A partir del discurso de la Desconocida, donde se expresa repetitivamente el enunciado sobre la muerte de su hijo, se alude a la solitaria obligación de la mujer sobre la formación y educación del primogénito sin ninguna responsabilidad del padre. El simbolismo del hijo en la vida de la Desconocida manifiesta la renovación de la subordinación del género femenino, dado que este representa al personaje masculino precedente, el cual influye en la vida de ella, pero en un nuevo contexto. La actuación de la mujer se ve influenciada con respecto a la disposición masculina en todo momento. De esta manera, el constructo de género concibe el discurso del hombre como una imposición que debe ser cumplida por la mujer, ocasionando una inferioridad y dependencia del personaje femenino al discurso público del hombre.
Se afirma que los constructos de género, establecidos por la sociedad tradicional y conservadora, se manifiestan en los personajes femeninos. “El carácter siempre nuevo que la obra en toda su estructura puede adquirir bajo la influencia de las condiciones histórico-variables de la recepción” (Markiewics,1989) Es indudable que ejercen una significativa influencia sobre la construcción del personaje principal de la Desconocida, ya que se le subordina al personaje masculino. Además, cabe destacar que la obra “Carta de una Desconocida” expone y hace saber mayoritariamente diferentes problemáticas por las que debe coexistir una mujer dentro de una sociedad principalmente machista, indicando la desigualdad entre el hombre y la mujer en el siglo XX. No obstante, la Desconocida desarrolla una construcción de un personaje atrayente para el lector, ya que su obsesión por el famoso novelista hizo que este personaje sobrepase los obstáculos propuestos por la sociedad, consiguiendo un objetivo fijo: obtener el amor.
REFERENCIAS
Lipovetsky, G. (1999). La tercera mujer: Permanencia y revolución de lo femenino. Editorial Anagrama
Markiewicz, H. (1989). La recepción y el receptor en las investigaciones literarias. Perspectivas y dificultades. En: Navarro, Textos y contextos II, Editorial Arte y Literatura.
Van Dijk, T. (1994). Discurso, Poder y Cognición Social. Conferencias de Teun A. Van Dijk. Cali: Universidad del Valle.
Van Dijk, T. (1999). El análisis crítico del discurso. http://www.discursos.org/oldarticles/El%20an%E1lisis%20cr%EDtico%20del%20discurso.pdf
Zweig, S. (1992). Carta De Una Desconocida. Editorial Acantilado