Por: Willard Díaz

Bajo esta proposición es posible reconocer en la ciudad costera más próspera de la región Arequipa los inicios de una vida literaria digna de reconocimiento social y artístico. Si bien no han faltado a lo largo del siglo XX escritores nacidos en Camaná, que migraron a ciudades del Perú o del extranjero para proseguir sus respectivas carreras, solo a partir de la última década hay constancia de algo que se podría llamar un circuito básico residente de producción, distribución y consumo propio, aun si incipiente.

Se puede ver en el pequeño punto de ventas que a lo largo del verano se ha ubicado frente al local de la Biblioteca Municipal, en la Plaza principal de la ciudad, y que oferta la obra de una decena de escritores camanejos activos; se puede ver en el Club de Lectura más o menos sostenido que esos escritores y otros mantienen por internet; en las ventas de un ritmo sostenido envidiable que cada noche logran los miembros de la asociación cultural “José María Morante”, promotora de este proyecto; en la realización de su exitosa tercera feria del libro “Camaná lee 2023” habida en pleno verano hasta hace un par de semanas; y en el interés creciente que las autoridades de Camaná están mostrando ante estos llamativos esfuerzos.

Títulos como “Érase una vez en Camaná” (Milton Zevallos), “El inventor de Machu Picchu” (Juan Carlos Gamarra Salazar), “Cuentos de mi tierra” (Sandra Begazo Prado), “Salvador” (Aback Vargas Prado), “Desdichados” (Daniela Corzo Prado), “Aparecidos” (Martín Valencia), entre otros, si bien más cercanos a la tradición oral que a la literatura moderna, dan cuenta del ímpetu con que la escritura está progresando en Camaná. A la larga todo este esfuerzo va a producir frutos, y una vez agotadas las historias tradicionales los autores residentes se verán obligados a entregarnos nuevas narraciones sobre el imaginario de la gente joven de la próspera “villa hermosa de Camaná”.

Valentín Valencia Cueva, editor del sello “Camarón Lector”, narrador y promotor cultural, desde la presidencia de la Asociación Cultural “José María Morante”, lleva varios años trabajando por el éxito de este proyecto, junto a un pequeño grupo de colaboradores, entusiastas de la literatura, que representan ellos mismos la posibilidad del desarrollo del arte en la ciudad. Ya se ha anunciado un programa de incentivos a la lectura en los colegios de la provincia, así como un listado de talleres y conferencias de autores camanejos e invitados para 2023.

Nada parecido, es lamentable, sucede en Mollendo o en Ilo, ciudades costeras sureñas aledañas, lo cual despierta nuestras expectativas por el inicio de una efectiva descentralización regional de las artes y la literatura arequipeñas.