¿Qué es ser Socialcristiano? Política y cristianismo.
Por: El Montonero
La Ley establece que los partidos políticos son asociaciones de ciudadanos que constituyen personas jurídicas de derecho privado cuyo objeto es participar por medios lícitos, democráticamente, en los asuntos públicos del país dentro del marco de la Constitución Política del Estado y de la presente ley.
Los partidos políticos expresan el pluralismo democrático. Concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular, y a los procesos electorales. Son instituciones fundamentales para la participación política de la ciudadanía y base del sistema democrático.
Ahora hablemos sobre el cristianismo. Es la religión monoteísta, que se considera históricamente revelada, que surge dentro de y en dependencia con el judaísmo y tiene como fundador a Jesús de Nazaret, cuya vida y doctrina se contiene en los cuatro Evangelios y demás libros del Nuevo Testamento. La Biblia, en especial los libros del Nuevo y del Antiguo Testamento, son el libro sagrado del cristianismo. También, en forma breve, es el conjunto de creencias y preceptos que constituyen la religión de Cristo.
La historia de occidente ha hecho que la identidad cultural de Europa sea intrínsecamente deudora del cristianismo, no sólo por la función que la religión cristiana ha desempeñado socialmente en el seno de lo que se ha denominado la «cristiandad», sino porque, en esta historia, el cristianismo ha dado a la sociedad europea y después al mundo, sus mismas raíces ideológicas y el fundamento de muchos de sus valores; tales aportaciones no son ni han sido exclusivas del cristianismo, sino comunes a otras religiones y a otras ideologías, pero ha sido a través del cristianismo como de facto han enraizado en la cultura occidental. El historiador y filósofo polaco, L . Kolakowski, destaca, junto con otros, dos de estos rasgos: la noción de derecho natural, que sirve de base a los derechos humanos, a la noción de persona y a las teorías contractualistas de la sociedad.
Hoy como ayer, entendemos que difícilmente puede llamarse cristiano aquel que no se compromete socialmente. Y en ese compromiso está la política y el bien común.
La Doctrina Social nos dice que la política es un servicio a la comunidad. La política está al servicio del bien común de la sociedad, es decir, debe ayudar a garantizar «el conjunto de las condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección» (GS n.26). El ser humano es por su propia naturaleza un ser social, cuya vocación es participar de la comunión con un Ser supremo, y ese Ser, que se ha revelado intrínsecamente como una comunión de personas, como también, participar de la comunión con los demás seres humanos que han sido llamados a idéntica vocación.
De estos apuntes podemos resolver una pregunta crucial: ¿Qué es ser Socialcristiano? Tomamos como centro a la persona, en un enfoque humanista, por ello persona humana. Y de ahí nos proyectamos en lo económico, político y social. Es por ello, que entendemos que difícilmente puede llamarse cristiano aquel que no se compromete socialmente.
“El pensamiento social-cristiano sostiene que la sociedad está constituida por personas, sus comunidades intermedias (familias, asociaciones) y el Estado, en una serie de conjuntos heterogéneos, pero sujetos a una gradación. Para esta postura, tanto el mercado como el Estado deben estar al servicio de la persona humana y de sus asociaciones más pequeñas y no al revés, como la experiencia histórica demuestra que resulta de algunas posturas mencionadas, donde en el caso del liberalismo extremo la persona queda sometida al resultado presuntamente impersonal o mecánico del mercado o en el caso del socialismo extremo, la persona queda sometida al poder de un super-Estado que se aleja cada vez más y más de las necesidades de las personas”. (Marcelo R.)
Desarrollando lo anterior, es el cristianismo, lo que nos define y otorga la identidad, orienta el accionar y justifica nuestra misma existencia. Y lo social está basado en el humanismo cristiano. El pensamiento socialcristiano se fundamenta en la Doctrina Social de la Iglesia; siempre con el mismo mensaje, pero constantemente actual. A ella, se suma a lo largo del tiempo, otras visiones muy cercanas y se ha enriquecido con otros aportes formándose la Doctrina Social Cristiana, de la cual también nos nutrimos y esa es una de las razones que nos hace menos confesionales, porque la verdad viene de muchas formas y lugares.
El Socialcristianismo toma a la persona como su centro. Por eso nos definimos como humanistas, pero sin dejar de tener en cuenta su existencia en una comunidad, siendo una de las primeras la familia, la cual considera vital para su naturaleza y desarrollo. Por todo esto los socialcristianos tenemos una posición política de centro, distante realmente de los extremos de derecha; que considera al hombre un sujeto y el de la izquierda que lo considera individuo, ambas lo dejan en una categoría de “algo” y nosotros lo consideramos “alguien”.
Como socialcristianos tenemos un hito, el cual es la Encíclica Rerum novarum de León XIII, no leerla significa desconocer una de las primeras encíclicas sociales de la historia de la Iglesia.