Por: Martín Taype – El Montonero

Encontrándonos en un contexto externo inestable en el ámbito económico y geopolítico, influyendo también nuestra inestabilidad política, es evidente que los pronósticos de crecimiento para la economía peruana para este año 2023 se reducirán. Moody’s Investors Services proyectó al 24.02.23 un crecimiento de 2,3% para 2023. No obstante, todavía es pronto para determinar el efecto final de las protestas, en vista que se trata de un evento que sigue en curso.

Moody’s que en enero pasado cambió de estable a negativa la perspectiva de la calificación de riesgo del Gobierno peruano, tanto en moneda local como extranjera a largo plazo, resaltó que el convulso contexto social peruano está «mermando los índices de expectativas empresariales en lo que va del 2023». Alertó, sin embargo, que un potencial escenario de cambio electoral «podría debilitar aún más las expectativas producto de la incertidumbre que se generaría sobre el futuro de la economía».

Considero que los pronósticos de Moody’s son aún muy optimistas; particularmente estimo que no llegaremos siquiera al 2%, dado el impacto en nuestra economía de las lluvias y deslizamientos producidos por el Ciclón Yaku, especialmente en el norte del país.

Asimismo, influyen el alza de las tasas de interés internacionales, una desaceleración mundial cada vez más pronunciada, el posible efecto cadena de la quiebra de los bancos Silicon Valley Bank y Signature Bank en el sector bancario de EE.UU, el alto riesgo de un conflicto global entre EE.UU. y la OTAN frente a Rusia, China, Irán, Corea del Norte y sus aliados, que son los principales productores de gas, petróleo, fertilizantes, cereales, entre otros productos estratégicos. Somos un país muy dependiente de la importación de los productos estratégicos señalados, por lo que la inflación y el descontento social que ello conlleva se pueden agudizar.

Ante este contexto, el sector público y privado tienen que tomar medidas proactivas. Como la diversificación de nuestra oferta exportable, buscando siempre nuevos mercados sin injerencia política alguna, también alcanzar una estabilidad política, para lo cual invoco a la madurez a los diversos sectores políticos y sociales buscando siempre lo mejor para nuestro país.