Por Orlando Cáceres V.

César Cueva murió atropellado cuando realizaba su labor como agente de Aduanas, sus familiares sienten que su deceso puede quedar impune y reclamaron justicia para César Cueva en la puerta de ingreso de la sede del Ministerio Público de la Av. La Paz.

El abogado de la familia Cueva-Pastor, Manuel Almanza dijo que Hugo Candia Maquera, conductor del vehículo de carga de placa ACP – 867, no obedeció la orden de detenerse dada por César Cueva y lo embistió con la unidad, para luego darse a la fuga.

Por estos hechos Almanza señala que la imputación hecha por la fiscal del caso, Jessica Mercado Sosa es errónea, pues ella solo considera que se habría cometido el presunto delito de homicidio culposo.

Almanza es de diferente opinión, para él los hechos calzan en los delitos de homicidio calificado, fuga de lugar de accidente de tránsito, omisión de socorro, resistencia a la autoridad y conducción en estado de ebriedad. Según el defensor legal si bajo esta imputación el procesado es hallado culpable podría afrontar hasta 20 años de cárcel.

En tanto, Cristian Cueva Pastor, hermano de César pide que a Hugo Candia se le imponga la medida de prisión preventiva para que no escape de la acción de la justicia.

“El pedido que nosotros hacemos es que se haga justicia y para que se asegure que Candia esté a disposición de la justicia pedimos sea detenido preventivamente porque si no lo hacen será un prófugo o un requisitoriado, pero no será el responsable de la muerte de mi hermano. Para la Fiscalía es un caso más para nosotros, no”, indicó el familiar de la víctima en horas del mediodía.

ARREGLO MONETARIO

Asimismo, José Cueva, padre de la víctima, informó que Candia Maquera trató de arreglar extraoficialmente dicho caso con una indemnización. Sin embargo, este señaló que no aceptaron debido a que la pérdida de Cueva Pastor es irremediable; ratificando la necesidad de justicia para el caso.

Además, el abogado Manuel Almanza remarcó que, en este caso no hay el arreglo extraoficial que valga debido a la gravedad de los delitos que se le imputan.

Entre los documentos del caso hay uno que detalla que  después de atropellar al agente de aduanas el conductor no se detuvo, se dio a la fuga y fue detenido por la Policía Nacional del Perú aproximadamente a dos kilómetros del lugar de los hechos.

Cuando se le sometió al dosaje etílico el resultado fue 1.03gramos de alcohol en la sangre, porcentaje que está muy por encima de lo permitido. Por si eso no fuera suficiente, su licencia de manejo estaba vencida y no tenía permiso para conducir vehículos pesados.