Los paros de camioneros
— Redacción Diario El Pueblo —
Por: Carlos Meneses
“El paro de transportistas tiene esta vez una característica singular: hay asuntos que se negocian bajo la mesa entre el transporte informal y el gobierno. Eso explicaría en parte lo tranquilo del laberinto presente”.
En casi todos los países del mundo donde se producen huelgas o paros de camioneros contra el gobierno es mayoritario el número de protestantes que optan por interrumpir el tránsito y bloquear vías. No otra cosa se esperaba en el Perú para el lunes recién pasado y ante los rumores circulantes sorprendió que los propios organizadores de la manifestación se decidieran por no hacerlo, limitándose a estacionar vehículos a los lados de las carreteras, sin impedir el tránsito de carros particulares, mototaxis y mucho menos ambulancias.
Al final sí hubo bloqueos parciales y malestar porque dificultaron la llegada de alimentos, sobre todo, a los mercados de consumo popular. A pesar de ello no se registraron incidentes mayores, pero como se sabe hay algunas relaciones de entendimiento entre el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y los transportistas.
Es que los intereses en juego son diferentes a los de otras oportunidades. Lo que quieren los transportistas no solo es resolver el problema económico que deriva de sucesivos y lesionantes reajustes de precio, además tienen en trámite otros reclamos tendientes, en términos generales a conseguir para los informales los mismos beneficios que tienen los que trabajan formalmente. Eso explica una disminución en la violencia y en el enfrentamiento entre ambos protagonistas del paro de camioneros iniciado en todo el país a comienzos de semana y que tuvo también consecuencias en el aparato político nacional al coincidir con el afán de vacar al presidente Castillo.