Por: Danna Felipe B.

CIFRAS SON PREOCUPANTES

Las consecuencias de la ola de protestas siguen afectando al sur del país. La Libertad ha desplazado a Arequipa e incluso al Cusco respecto al flujo turístico.

Turistas prefieren visitar el norte porque es más tranquilo que el sur

Las protestas sociales dejaron consecuencias negativas difíciles de revertir que a la fecha siguen golpeando a los diferentes sectores económicos.  El turismo es una de las actividades más golpeadas.

El gerente de la Autoridad Autónoma del Colca y Anexos, Wilder Mamani y el expresidente de la Asociación de Arequipa Agencias de Viajes y Turismo (AVIT), Jorge Valderrama, sostienen que el turista busca un ambiente tranquilo.

El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo anunció que La Libertad lidera el flujo turístico nacional, superando a Arequipa y hasta Cusco. Mientras la región norteña registra un crecimiento de 68.5 % en número de visitantes, en el sur siguen siendo negativas.

Según el gerente regional de Comercio Exterior y Turismo, Jorge Meza, la Ciudad Blanca ha recibido en lo que va del año 70 mil turistas. Ni el 12% de los que arribaron en el 2015, 2016 y 2017, cuando el turismo extranjero era superior al nacional, con un 55%. En ese entonces, Arequipa recibía aproximadamente 600 mil visitantes al año.

Si bien la cifra bajó en un 30% el 2019, la situación que vino después como consecuencia de la pandemia de la COVID-19 fue catastrófica.

Asimismo, la afluencia de uno de los lugares turísticos más importantes de la región, el Valle del Colca, también disminuyó. Este año 40 mil personas visitaron esta zona, lo que significa una baja del 25% a comparación del año pasado y en casi 50% antes de la pandemia.

En ese sentido, la gerenta de Turismo de la región norteña, Angélica Villanueva, indicó que el panorama favorecedor se debe a que ofrecieron a los posibles visitantes un espacio tranquilo para vacacionar, alejado de los conflictos sociales. Sin embargo, en el sur no fue así, algo que reconocieron los dos responsables arequipeños.

Como se recuerda las protestas registradas a finales del año pasado y a inicios de este no fueron pacíficas, lo que dañó la imagen del sur no solo ante el país, sino también ante el mundo. «En ese entonces, Arequipa ofrecía un territorio inseguro, por lo que varios turistas desistieron de visitarla. Asimismo, está el lamentable cuadro de violencia que vivió Puno, el cual hasta ahora sigue repercutiendo en las regiones vecinas», enfatizó Mamani Llica.

Y es que, las regiones sureñas están conectadas. La mayoría de turistas extranjeros viajan para conocer más de un lugar.

Adicional a ello, el presidente del AVIT indicó que los bloqueos viales registrados en esta región impidieron el paso de posibles visitantes argentinos, bolivianos, entre otros.

Pese a que hoy el panorama es mejor, Arequipa aún se ve afectada por las consecuencias que dejó la ola de manifestaciones contra el Gobierno. «Son escasas las personas que planifican un viaje de la noche a la mañana. Normalmente toma meses. Entonces, tras sufrir una cancelación masiva de paquetes de viaje era natural que el número de visitantes decayera. Y si esta cifra sube lentamente es porque nosotros también necesitamos meses para volver a atraer el flujo turístico», explicó el presidente del AVIT.

De igual manera, precisó que hay otros factores que de no solucionarse mantendrían a la región en la misma ubicación desfavorable. Por ejemplo, el centro de Arequipa está lleno de informalidad, jaladores, contaminación acústica, estructuras que tergiversan con el Centro Histórico y demás.

Jorge Valderrama y Wilder Mamani recordaron que la reactivación del sector más importante del país es tarea de todos, razón por la cual llamó a las autoridades distritales, provinciales y regionales a trabajar articuladamente con los operadores turísticos y a los que siguen en pie de lucha a hacerse escuchar, pero de manera pacífica.

De otro lado, ambos responsables esperan que las actividades programadas por el 483 aniversario de Arequipa contribuyan al inicio de una recuperación sostenida del turismo, para lo cual se requiere un trabajo de promoción articulado.