Por Carlos Meneses Cornejo

El escudo y el emblema representativos de Arequipa tienen más de 3 siglos, los documentos correspondientes fueron aprobados por el rey Carlos V de España, después de fundarse la ciudad. Estos históricos papeles fueron encontrados y revelados por los historiadores Gustavo Quintanilla Paulet y Alejandro Málaga Medina. Fue la Fundación Manuel J. Bustamante de la Fuente la que se encargó de editar dos folletos sobre el tema en épocas distintas.

Quintanilla fue un promotor de la cultura arequipeña y también de la presencia de televisión en esta tierra. Por su parte, Málaga, un destacado intelectual y vicerrector académico de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA).

Había dudas sobre ambos símbolos que fueron despejadas totalmente con averiguaciones y entrega de lo encontrado al Cabildo o Municipalidad Provincial de Arequipa. Primero se halló lo relacionado con el estandarte que fue de terciopelo de color carmesí que tenía dos caras. En una de ellas y en la parte superior estaba la Virgen de la Asunción y la Cruz de Jerusalén, el escudo de armas estaba en la parte inferior.

En la otra cara la imagen de Jesús crucificado y los escudos de Castilla y de León. El estandarte había sido pedido al rey de España por uno de los ciudadanos hispanos que llegaron a Arequipa para la fundación de la ciudad de nombre Luca Martínez Vegazo, quien era adinerado empresario y lo trasladó desde España hasta Arequipa, pagando los costos de transporte y embalaje.

Ese estandarte era entregado para ser puesto a los pies de la Virgen de la Asunción los quinces de agosto de cada año como un homenaje reiterado a la patrona religiosa de la que fue primero Villa Hermosa y después declarada Ciudad.

El escudo con el dibujo en colores que constan en una cédula real que conserva el Archivo Ducal de Alba en Madrid, lo buscó y reconoció Gustavo Quintanilla y Paulet, con ello los avances hechos, sobre esta insignia, por el padre Víctor M. Barriga y también el historiador Luis Guillermo Gallegos Portugal fueron desestimados.

El rey de España Carlos V concedió a la ciudad fundada en 1540 el escudo de armas a pedido de Alonzo Ruiz, uno de los fundadores de Arequipa, enviando el diseño que se incluye como parte de la cédula real y que guarda el archivo en el que investigó Quintanilla con precisión los colores de cada una de las imágenes que aparecen en dicho escudo.

Es de advertir que el Rey al referirse al rojo que bordea el escudo emplea el término “colorado”. Esa denominación del color fue cambiada con el tiempo al “rojo” y realmente el matiz “colorado” hoy no existe ni en textilería.

Considerando la importancia de los descubrimientos hechos en los primeros años el Concejo los adecuó a los anteriormente existentes con absoluta precisión y en recuerdo de que tales símbolos reconocían la nobleza y fidelidad de la ciudad de Arequipa a la corona española.

Debe recordarse que la primera Fundación de Arequipa como capital de departamento se produjo en Camaná, pero los propios conquistadores pidieron al rey un cambio de lugar por lo malsano de las tierras originales que hicieron presa del paludismo a los recién llegados y también a los esclavos que con ellos vinieron.

En los desfiles que se celebra en Arequipa, generalmente, el 14 de agosto lo que el alcalde de la ciudad da en manos del obispo o arzobispo es puesto por el prelado a los pies del altar de la Virgen de Asunta que se levanta en la Catedral al costado del altar mayor y que permanece en el lugar por un día hasta que el 15 es devuelto al Municipio, para que presida los actos conmemorativos que corresponden al que fue día de fundación.

Estimando el valor que dichos estudiosos lograron obtener, la fundación arequipeña que hizo el abogado Manuel J. Bustamante de la Fuente imprimió dos folletos con datos precisos y con imágenes que reproducen el todo del escudo y de los 2 lados del estandarte que también se conservan en el museo histórico municipal Guillermo Zegarra Meneses de la plaza San Francisco y en el Salón Consistorial donde también están las fotografías de los alcaldes provinciales de Arequipa.