Primero limpiar, para después rehacer
Por Carlos Meneses
Hubiera sido un error pretender cambiar el comando de la PNP sin antes separar de la institución a todo aquel oficial que hubiera incumplido con un buen proceder.
Considerando la importancia de su anuncio, la presidenta Dina Boluarte quiso hablar a la Nación para anunciar que habían sido pasados a retiro 322 oficiales de alta y mediana graduación de la Policía Nacional del Perú que estaban complicados en actos de corrupción.
Lo hizo en presencia del ministro del ramo, Víctor Torres, quien estaba vestido de civil, Boluarte dijo que las propuestas de separación habían sido decididas y sugeridas al máximo despacho nacional por el teniente general PNP, Jorge Angulo.
Entre quienes han sido pasados a retiro figuran dos altos oficiales del comando institucional que ocupan actualmente los cargos de cuarto y sexto y otros 18 generales, 87 coroneles y 126 comandantes; haciendo un total de 322 que estando en el servicio activo son pasados a retiro, sin que eso quiera decir que se les deje de investigar.
Todos los castigados atentaron no sólo contra los derechos de terceros, sino que contribuyeron a la pérdida de prestigio de la institución policial y en muchos casos cometieron delitos señalados específicamente por la ley.
A la cita de revelación acudieron como invitados altos mandos que fueron de la PNP para que se viera cuál era el propósito que ahora tiene el gobierno para limpiar un organismo que ha sido maltratado en su prestigio institucional y también para poder iniciar con suerte una reforma que vivifique y que signifique una nueva forma de vida en la lucha contra la delincuencia que nos afecta.