“La autoconstrucción es querer entender un cuerpo humano sin estructura ósea”
Por: Paúl Velarde García

La autoconstrucción como sustituto absoluto a la arquitectura es como querer entender un cuerpo humano sin estructura ósea. Ambos elementos, ambos sistemas, deben ser solidarios. Al igual que el esqueleto proporciona una base estructurante que permite la conformación morfológica del ser humano, la arquitectura debe suponer el manual y directriz de la autoconstrucción.

Según el arquitecto Paúl Velarde García

Autoconstruir, la simple acción en sí misma, es posible y podría considerarse efectiva si respondiese a los siguientes parámetros o claves:

  • Surgir de manera natural, como respuesta a una necesidad vital.
  • Desarrollarse con procedimientos simples, herramientas no complejas y materiales comunes.
  • Eliminar, en lo posible, los procesos constructivos húmedos, tales como albañilería, revestimientos,…
  • Resultar un proceso económico.

El efecto de responder a estas claves supondría únicamente construcción, que no es poco, pero resultaría un mero acopio o superposición de materiales. Manejar esos parámetros y conseguir como resultado un componente, un verdadero eslabón, de un sistema estructurante que genere ciudad y se comprometa con el crecimiento futuro de la misma con garantías, solo es posible si dicha autoconstrucción se plantea desde la base de las reflexiones arquitectónicas, aquellas con capacidad para integrar y equilibrar el dúo ciudad, ciudadano. Cabe destacar que la práctica de autoconstrucción se ve con mayor frecuencia en zonas marginales la falta de calidad en la ejecución, en los materiales y en la mano de obra. Así mismo los pobladores de estas comunidades tienen la creencia errónea que los Arquitectos solo se encargan del diseño y construcción de obras de gran envergadura como puentes, edificios, etc. y contratar uno para que los asesore encarecerá el costo de sus obras. Al no contarse con una asesoría profesional se inician las limitaciones como en la distribución de ambientes de tal forma que restringen una futura ampliación; es frecuente que se construya sin planos y si lo hacen, usan planos de otras viviendas que corresponden a otras áreas y otro tipo de suelo, tratando de adaptarlas a su realidad sin ningún tipo de criterio (esto es la regla, pero hay excepciones), estas deficiencias constructivas se notan a nivel de estructura, acabados, instalaciones, las cuales se detectan cuando ya nada queda por hacer debido a los altos costos que ocasionaría. Es por estas razones que se justifica el desarrollo del presente articulo como una forma de contribuir en la solución del problema de la vivienda en los Asentamientos Humanos Urbano-Marginales. Un análisis cualitativo y cuantitativo de una de las actividades sociales más significativas en el Perú, como es el caso de la auto-construcción, realizadas por un porcentaje mayoritario de los pobladores del sector popular que debido a la incapacidad del sector público y privado por satisfacer sus necesidades de habitación, obtienen terrenos por medio de invasiones a propiedades privadas, del Estado o siendo reubicados por el mismo Gobierno y se establecen con el fin de edificar sus respectivas casas para cubrir una necesidad importante como es el de la Vivienda. Los Asentamientos Humanos Urbano¬ marginales han ido extendiéndose a lo largo y ancho del territorio peruano, muchas de ellas quedando dentro de la misma ciudad, cambiando su paisaje natural. Es preciso y justo destacar que ejemplos de pura autoconstrucción tales como los conocidos Slums o las Favelas o en el caso peruano asentamientos humanos, no son sistemas eficientes, como unidades independientes, cerradas e incluso segregadas de las ciudades. Funcionan para sí mismas, pero han quedado estigmatizadas por su propia conformación. Responden solo a construcción. No a arquitectura. Ciertamente, otros temas a analizar serían los motivos políticos y socioeconómicos que llevaron a estos sistemas a tener que conformarse de dicha manera, Frente a estas deficiencias que no solo ponen en riesgo la inversión de las familias de bajos recursos, sino que los expone a un potencial peligro por la vulnerabilidad de las edificaciones, consideró que desde el Gobierno se deberían disponer de políticas de Estado que promuevan una “construcción segura y con una debida asesoría” en todo el país. “No es cuestión de justificar la construcción informal por un tema económico, sino de dar políticas acompañadas de leyes para fomentar una construcción segura. Por el lado de las universidades, se podría brindar asesorías a través de los estudiantes y en el caso de los institutos técnicos, promover la capacitación del personal que asumirá la mano de obra en la construcción de estas edificaciones”. Por último, enfatizó en la necesidad de que el Gobierno priorice normas y las facilidades de accesibilidad de un debido asesoramiento Arquitectónico. “Solo así cambiaría la mentalidad de la informalidad”. Es importante destacar que, con una debida asesoría Arquitectónica, el usuario podrá contribuir verdaderamente a la ciudad; y por ende la arquitectura será capaz de estar no solo al servicio de la ciudad sino también del ciudadano y sus intereses. “La historia de la autoproducción es la historia de la humanidad, las poblaciones mismas generaron, en su relación con la naturaleza y con otras comunidades, sus formas de construir y su hábitat. Otro punto importante es lograr un eje participativo de la población, ya que sería un eje fundamental, permitiendo a las personas tener el poder de tomar decisiones sobre su hábitat. Tendrán que entender los arquitectos, los ingenieros y demás especialistas, que el derecho a participar y decidir en el hábitat, el derecho a participar en la ciudad, en el barrio, el derecho a participar en la producción de vivienda es un derecho humano, no es un derecho que graciosamente los profesionistas concedamos.

Y así, teniendo en cuenta que el Diseño Participativo es un diálogo horizontal, el dilema es aprender a coproducir, a producir conocimiento colectivo y a coproducir esquemas, modos, proyectos y propuestas, pero que sean producidas no sólo con los arquitectos o ingenieros, sino con los pobladores que habitarán los espacios.

comentario en

  1. Plenamente de acuerdo y Felicitaciones por planes de expositor Paúl Velarde García, agregando que, los gobiernos regionales, municipios provinciales y distritales tienen la obligación legal de reajustar actuales políticas sobre la materia y no sólo limitarse a exigir sistematizar la autoconstrucción y aplicar multas excesivas, que originan el uso inseguro de suelos e inmuebles inestables en casos fenómenos naturales y artificiales, además de las “invasiones por traficantes de terrenos”, etc. Por carencia de catastros, estudios, planificación urbanística y oficina técnica que establezca zonas para metrópolis sostenibles y brinde servicios preventivos y supervisores en la autoconstrucción como solución urgente del crecimiento irregular de las ciudades y asentamientos humanos en donde el caos generalizado y la falta de servicios básicos en estos espacios siguen sin resolverse estructuralmente.

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