La castración química no sirve
Por: Carlos Meneses
“La castración química no es propuesta viable tampoco la pena de muerte. La única solución válida y real es prevenir la consumación de una barbaridad”.
La insistencia del gobierno del presidente Castillo de no consultar con los entendidos y de no escuchar las razonables propuestas de los que sí saben cómo hacer bien las cosas nos está conduciendo a nuevas comisiones de error en los planteamientos para la solución de los problemas que se confrontan.
La castración química que el Consejo de Ministros propondrá al Congreso, según el anuncio del primer mandatario, es otro error lamentable. Igual sería la anunciada pena de muerte que se esgrime para los violadores de menores, pues los pactos internacionales suscritos por el Perú y a los que estamos obligados a cumplir igualmente, lo descartan.
Preguntamos, qué se hace, entretanto, con una política preventiva, con una justicia lenta en el actuar para que los propios padres de familia, así como los mismos niños que son afectados por ausencia de educación adecuada para no ser víctimas, en muchos, casos de su entorno familiar que culminan en sucesos que horrorizan y conmueven.
Los niños deben ser instruidos, los padres educados para bien cuidarlos, para que ellos denuncien a sus agresores o a los que con tocamientos indebidos ya evidencien propósitos perversos. De eso no se dice nada, como si la educación estuviera limitada a no prepararlos para la vida y sobre todo a auto protegerse.
La castración tiene un costo, pero peor es el costo a pagar por lo que se pierde, dejando solo un trauma de por vida o con una indignación que siendo posible de detenerse no se hace.