Comuneros de Polobaya exigen dinero a cambio de dejar pasar a peregrinos
Por: Roxana Ortiz A.

Los comuneros de Polobaya no solo habrían exigido cobrar por el uso de las playas de estacionamiento a los vehículos particulares y públicos que van hasta el Santuario de la Virgen de Chapi, sino que además habrían pedido una fuerte suma de dinero al Arzobispado de Arequipa, por permitir el paso de los feligreses para ver a la imagen.

Según voceros del Arzobispado de Arequipa, todo el trato se inició en el año 2005 cuando asumió el cargo monseñor Javier del Río Alba, donde los comuneros de Polobaya, le comenzaron a exigir una serie de beneficios, los cuales en partes les fue concedido.

Entre uno de los petitorios estaba la construcción de las dos playas de estacionamiento que ahora tienen y por las que cada año recaudan dinero, por estar en sus terrenos; trabajo que fue gestionado por el Rector del Santuario, Zacarías Kumaramangalam con donaciones ante algunas empresas; además de servicio de agua o permitirles colocar sus puestos de venta en los alrededores del Santuario para la venta de diversos artículos, negocios que durante todo el año funcionan, ya que a diario acuden personas hasta el lugar y muchos más los fines de semana; sin ninguna retribución a cambio, pues ni siquiera colaboran con la limpieza del lugar.

“No se les ha dejado solos, siempre se ha contribuido con ellos, incluso durante la pandemia se les ha proporcionado alimentos, sabiendo que sus ingresos habían disminuido; pero llegar a pedir una exagerada cantidad de dinero porque los peregrinos pasen al Santuario, no se les ha permitido, porque eso no es un negocio como ellos lo ven, sino devoción”, añadió el vocero.

No quiso señalar cuánto es el monto que les han solicitado; pero indicó que no se les aceptó y que la respuesta fue “que hagan lo que consideren” y ahora la solución del problema está en manos de las autoridades de la Municipalidad Provincial de Arequipa, quienes cobran un monto para dar autorización al transporte urbano para hacer el servicio hasta el lugar.

Si bien los comuneros no han cerrado la vía a Chapi, porque se trata de una carretera pública que fue ejecutada por el Gobierno Regional, sí han cerrado acceso al óvalo que permitía que los vehículos ingresen a las playas, por el cual cobran un derecho; de tal manera que ahora no tienen espacio dónde quedarse ni hacer las maniobras para retornar a la ciudad.

Ese hecho genera gran congestión, como ocurría hasta antes que se hicieran las playas, en que los vehículos demoraban horas para abandonar el lugar en una larga procesión, ya que el que llegaba primero salía al último de la zona.

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