Por: Roxana Ortiz A.

El Gobierno anunció que desde el mes de mayo hasta julio la población iba a experimentar una rebaja en los precios de los productos de primera necesidad luego que se eliminará el Impuesto General a la Ventas (IGV) en el pollo, huevos, pan, azúcar y harinas se reduzca algunos de ellos; sin embargo nada de eso ocurrió en los mercados.

Por el contrario precios siguen subiendo

Tal y como los habían proyectado algunos especialistas en el tema, estas medidas no han tenido repercusión en los precios de los productos, por lo menos de aquellos de los que hacen uso a diario las amas de casa para preparar los alimentos; muy por el contrario siguen subiendo cada día más.

“La eliminación del Impuesto Selectivo al Consumo o la posible reducción del Impuesto General a las Ventas no tiene repercusión en las personas, en el ciudadano que va a los mercados a comprar productos para alimentarse, simplemente porque allí no se entregan facturas. Son las grandes empresas las que sacarán provecho de estas medidas”, dijo el economista David Riega Espinoza cuando se dieron las medidas.

Si bien el pollo hace un par de semanas bajó unos céntimos, nuevamente ha recuperado su valor, porque de acuerdo a los centros de abastos, el kilo se cotiza entre 8.50 a 9.50 soles el kilo; el precio de las carnes también se sigue incrementando. Ya no hay más a 13. 50 soles el kilo, que se compraba hasta hace algunos meses.

Lo mismo sucede con los otros alimentos que debieron bajar de costo como los huevos, la leche, pan (se sigue vendiendo 3 por un sol) y harinas.

LOS EMPRESARIOS

La exoneración del Impuesto General a las Ventas (IGV) a cinco alimentos de la canasta básica familiar podría terminar afectando a los consumidores, advierte representantes del gremio empresarial.

También sostienen que la ley publicada podrían encarecer los productos debido a ciertas distorsiones, entre ellas las que indica que solo podrá restar el IGV pagado a los proveedores de aquellos insumos que figuren en el próximo reglamento.

Con esto, indican que si algunas adquisiciones de bienes y servicios quedan fuera del costo fiscal, el IGV pagado por tales adquisiciones no podrán tomarse como crédito fiscal, precisaron.

Si ese gasto, que puede corresponder a servicios de mantenimiento, transporte u otros, no es tomado como crédito fiscal, entonces su IGV terminará siendo incluido como un costo en el precio final del bien, advirtieron empresarios.

Asimismo, advierten que solo se otorgará crédito fiscal a los insumos de los productores de los bienes exonerados, por lo cual las demás empresas que participan en toda la cadena de comercialización y que no sean productores no tendrán derecho a aplicar como crédito el IGV de sus adquisiciones.

“Por tanto, ese IGV no aplicado como crédito fiscal terminará siendo incluido como un costo en el precio final del bien, es decir, se logrará un encarecimiento lo que ciertamente ya es un despropósito”, indican.

OTROS PRODUCTOS

El precio de la zanahoria se ha multiplicado, puesto que ahora un kilo de la menor calidad se encuentra en 3 soles y la mejor calidad hasta en 5 soles; el kilo de papa se encuentra desde los 2 soles el tomate desde el sol, el limón desde los 3.50 soles el kilo hasta 4.50 soles.

Según el economista Riega, en el caso de la reducción del IGV a los productos alimenticios, los que salen ganando son los comerciantes mayoristas, no los productores ni las amas de casa, como se ha visto en los mercados. Las ganancias las tienen quienes compran el producto en la chacra a precios bajos y luego pasan por varias manos hasta llegar al consumidor final, y en esas transacciones no hay IGV de por medio. El agricultor seguirá siendo pobre y las amas de casa pagando productos cada vez más caros.

Lo mismo dijo de grandes empresas que comercializan productos como el fideo, harinas, aceite, leche y otros; quienes finalmente se ven beneficiados con esa reducción, pero nadie las obliga a reducir el precio que entregan a los mercados o tiendas, porque hay la ley de la oferta y la demanda, añadió.