Detectan la formación de nuevo domo de lava en el Sabancaya
Por: Dany La Torre
El Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), reportó la detección de un nuevo domo de lava en el cráter activo del volcán Sabancaya. Según cálculos de la entidad a través de imágenes satelitales ópticas, el montículo de lava alcanzó un área mayor a los 25 mil m2, lo que equivale a casi cuatro campos de fútbol.
Especialistas del Observatorio Vulcanológico (OVI), detallaron que el nuevo descubrimiento es un montículo de lava muy viscoso que se acumula sobre el conducto de emisión de un volcán. Usualmente, tiene forma de cúpula y un área relativamente circular que va creciendo lentamente a medida que aumenta la presión interna.
El proceso de emplazamiento del domo de lava fue detectado desde marzo del presente año. De acuerdo a los diferentes parámetros de monitoreo, este habría mostrado un incremento en el volumen del magma desde el reservorio magmático principal, ubicado a 6 km al norte del cráter y a 12 km de profundidad hacia zonas más superficiales. Esta actividad se reafirmó con los procesos de deformación del suelo volcánico, la actividad sísmica generada por fracturamiento y el incremento del flujo de dióxido de azufre (SO2).
Asimismo, el análisis de la sismicidad por movimiento de fluidos indicó el ascenso final del magma hacia zonas más superficiales entre el 21 de marzo y la tercera semana de mayo, dando lugar a la formación de este nuevo domo de lava en el cráter activo. A su vez, entre los meses de marzo y mayo, las imágenes satelitales de radar, ópticas y térmicas revelaron la presencia de un cuerpo de lava visible sobre el cráter, confirmando el proceso de emplazamiento de este domo en la superficie.
Frente a ello, el Ingemmet distingue dos posibles escenarios: el incremento del tamaño del domo o su destrucción completa o parcial; siendo este último el escenario más probable y menos peligroso para la región.
En cuanto a la erupción, se espera un ligero incremento en los próximos meses con la probabilidad de explosiones más energéticas, columnas eruptivas de mayor altura, además de dispersión y caída de ceniza de mayor alcance, tal como sucedió en los anteriores cuatros domos detectados por los investigadores de la institución.