Por: Roxana Ortiz A.

No quedó un solo animal vivo. Una jauría de perros atacó a 25 alpacas que eran criadas en un terreno de Carmen Alto en Cayma, las mismas que eran parte de un proyecto de mejoramiento genético.

Betsy Llaza, la propietaria de los auquénidos indicó que se trataba de animales hembras, las cuales se encontraban preñadas y algunas ya habían tenido sus crías. El proyecto de mejoramiento era trabajado con docentes y estudiantes universitarios.

Contó que en horas de la madrugada del lunes, la cuidadora, una persona adulta mayor, se dio cuenta del ataque del que eran objeto los animales y trató de espantar a los perros salvajes, quienes estuvieron a punto de atacarla, por lo que optó por gritar por auxilio.

Cuando con otras personas, logró que la jauría se retirara, no quedaba una sola alpaca viva. La escena era desgarradora, puesto que todos los animales estaban destrozados, se podía observar que las crías estaban en el vientre de las madres.

La propietaria de los animales pidió que las autoridades se hagan responsables de ubicar a esta jauría de animales salvajes, porque pueden atacar en cualquier momento a las personas al no tener de qué alimentarse. Un agricultor del lugar también dijo que hace tiempo, sus animales fueron atacados.

Se estima que la pérdida asciende a unos 50 mil soles y ahora solo les quedará enterrar los cuerpos, tal y como se los recomendaron para evitar la contaminación.

Tras la comunicación recibida por la Policía Nacional respecto al ataque de la jauría de canes en el establo de alpacas, en la zona de El Mirador de Carmen Alto, personal del área de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Cayma, SERFOR, Policía Ecológica y del Centro de Salud Francisco Bolognesi, realizaron la constatación de los daños.

En el lugar se observó varias alpacas muertas, y por versión de la propietaria, habrían sido atacadas por una jauría de más de 15 canes, denunciando el hecho en la comisaría de Cayma.

Tras la inspección se determinó la instalación de una trampa, proporcionada por SERFOR, para atrapar a un can como muestra con la finalidad que el Centro de Salud descarte la presencia de rabia, asimismo determine si el animal es asilvestrado.