Por: Por: Juan Manuel Zevallos Rodríguez – Psiquiatra y Magíster en Salud Mental del Niño Adolescente y Familia.

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Los hijos de los padres maravillosos expresan una capacidad que difícilmente puede expresar otro ser de la creación: ¡El amor personal o la mágica autoestima!.

HOY CONOCI EN EL MUNDO GENTE MARAVILLOSA

Los hijos de padres maravillosos cada día valoran las experiencias vividas de una manera superlativa y aleccionadora; ellos saben desde su más temprana infancia que cada experiencia lleva a un aprendizaje y que cada aprendizaje es el punto de inicio de una alegría que nunca desfallecerá.

Los hijos de padres maravillosos valoran cada parte de su cuerpo y cada fracción de su ser. Ellos se alegran cada mañana al despertar y agradecen en primer lugar el milagro de la vida y luego se alegran al contemplar cada parte de su cuerpo. Muchos de ellos hablan con sus ojos y los enaltecen, otros elaboran epístolas a sus oídos y narices, otros tantos hilan discursos llenos de calor humano a sus hombros y cintura y otros expresan frases llenas de amor hacia sus extremidades superiores e inferiores.

Los hijos de padres maravillosos saben el gran valor y poder que tienen sus pensamientos y emociones; por ello luego de agradecer la hermosura de sus cuerpos se suelen colocar en posición de loto o sencillamente se sientan cómodamente y respiran profundo hasta alcanzar un grado importante de reflexión. Ellos saben que en ese instante obtienen la capacidad para dialogar con su mente y disfrutan durante algunos minutos de la efervescencia de sus emociones, de la calidez de sus sentimientos y de la nobleza de sus formas de pensar. Al acabar ese ejercicio se dirigen frente al espejo de la habitación y con valor exclaman: “Hoy es el día más importante de mi vida y daré lo mejor de mí para disfrutar cada momento a satisfacción”.

Los hijos de padres maravillosos saben que la persona más importante que hay en la vida de uno es uno mismo y por ello no pierden oportunidad alguna durante el día para engreírse, cuidarse y apoyarse en la realización de cualquier labor.

Los hijos de padres maravillosos y que aman su vida por encima de cualquier otra situación, tecnología o persona siempre buscan desarrollar alguna actividad que les de paz, tranquilidad, sosiego y felicidad.

Los hijos de padres maravillosos saben que es la autoestima y la trabajan al abrazar sinceramente a sus padres, al entregarse por completo a cada labor que deben llevar a cabo, cuando valoran la vida y las emociones de aquellos que les rodeas y cuando contemplan la naturaleza con entusiasmo y dedicación.

Los hijos de padres maravillosos valor y poder que tienen sus pensamientos y emociones; ellos manejan sus tiempos con eficiencia y saben que deben buscar tanto la actividad recreativa como la artística, la de formación personal como aquella que genere mayor disciplina.

Los hijos de padres maravillosos en quienes la autoestima brilla a diario saben ser cooperadores, solidarios, comprensivos y empáticos; para ellos el egoísmo y la insatisfacción son estados que nunca abrigaran sus emociones porque ellos saben que es lo más valioso en la vida.

Los padres maravillosos que se dedicaron por entero a cultivar el jardín de sus hijos con la vitamina providencial de la Autoestima y del Amor personal viven tranquilos y respiran sabiduría en cada uno de sus actos, ellos saben que sus hijos gracias a ese esfuerzo constante podrán desarrollar una vida pletórica de aprendizajes y alegrías.

Hoy, muchos padres buenos viven tristes y desosegados; sus hijos escriben las páginas más tristes de sus historias al vivir en el desamparo de la baja autoestimo o en el páramo de pobre amor personal.

Hoy muchos adolescentes abandonan la vida creyendo que su existencia no vale y otros tantos se entregan al mar de las drogas y la ciberadición asumiendo que una conducta adictiva podrá darle alegría y sentido a la vida. Muchos jóvenes y adultos abortan a sus proyectos personales, familiares y laborales debido a que no creen sí mismo ni en cada una de sus capacidades desarrolladas.

Hoy en día, la baja autoestima se viste de idea suicida, anorexia nerviosa, insatisfacción personal, depresión conducta adictiva, ansiedad, violencia, intolerancia y depresión.

Gran parte de los problemas sociales que contemplamos actualmente y del subdesarrollo en que nos hallamos tienen su raíz en el poco amor personal que nos dedicamos y en la poca autoestima que trabajamos a diario.

Hoy es un día maravilloso para que los padres y maestros maravillosos de nuestro país empiecen una cruzada para hablar de amor personal, para construir con actos y estrategias pedagógicas y psicoterapéuticas mejores niveles de autoestima.

Me imagino un país en donde los niños corran por los prados con el solo interés de contemplar la naturaleza en su máxima expresión sin arrancar tallo, flor o fruto de aquellos instrumentos de vida; me imagino a esos niños y adolescentes estableciendo diálogos en donde el respeto y la comprensión por sus imperfecciones sean el motor y motivo para no hablar de imperfecciones sino de oportunidades de desarrollo; me imagino a miles de mujeres adolescentes y jóvenes amando a plenitud cada parte de su cuerpo y desterrando de sus campo mental la anorexia y el rechazo por su contextura física.

Me imagino un día hermosos donde el país de todas las razas y todas las creencias su unan en un único propósito: trabajar la autoestima personal en cada poblador de nuestro país.