Por: Luis Alberto Maquito Cáceres

A pocas semanas de cumplirse dos años del fallecimiento del Dr. Samuel Lozada Tamayo, otrora experto en Derecho Internacional, excorresponsal del Diario La Prensa e impulsor cultural con grandes cualidades humanistas, el vacío que ha dejado en su querida Arequipa es notorio entre muchísima gente que le trató, aprendió y colaboró junto a él en la realización de proyectos de gran envergadura para el desarrollo y bienestar de la población dejando a la par, la semilla del conocimiento en sus exdiscípulos desde la cátedra con enérgica personalidad y maestría en el dominio de la filosofía del Derecho.

Desde su mocedad, ya con su Título de abogado, el Dr. Lozada Tamayo incursionó en el periodismo junto a jóvenes promesas que por aquel entonces, descubrían su vocación a través del arte de comunicar mediante la prensa escrita tal como lo hicieron Toribio Cuba, Carlos Meneses Cornejo, Enrique Chirinos Soto, Luis Eduardo Podestá entre otros, quienes además, lideraron por buen tiempo el imperativo don de opinar libremente de acuerdo a la coyuntura social y política del momento, como lo hacía el Dr. Lozada desde La Prensa y posteriormente, desde su oficina de la calle Jerusalén recibiendo siempre a reporteros y camarógrafos.

Es así que, continuando con su labor profesional y su inquieta sensibilidad, decidió darle otro sentido a sus deseos y sueños hasta lograr ejecutar varios proyectos sustanciales en favor de sus congéneres entre los que se encuentran: El colegio anglo americano Prescott (fundador); el primer Museo de Arte Contemporáneo del Perú plasmado en la ciudad de Arequipa (fundador y benefactor) inaugurado y apadrinado por el entonces burgomaestre Yamel Romero Peralta; las Aldeas Infantiles SOS – filial Arequipa (cofundador); la Mutual Arequipa (fundador); el Instituto Cultural Peruano Norteamericano de Arequipa (fundador y presidente), entre otros más.

El Dr. Samuel Lozada Tamayo fue un arequipeño preclaro, promotor de las artes y catedrático por más de 30 años en la Universidad Nacional de San Agustín que a la vez, le condecoró con el Título de Profesor Emérito y, gracias a su innata lucidez en sus pasados 80 años, siguió ejerciendo la cátedra de Derecho Internacional de la Facultad de Derecho y Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica San Pablo de Arequipa hasta el día de su preconcebido retiro, muy próximo a la edad nonagenaria, dejándonos definitivamente en la tranquilidad de su vivienda, aquel triste 7 de agosto del año 2020.

Siendo un ciudadano común y corriente que por muchos años laboró en su Estudio Jurídico, le conocí muy de cerca; estimándole por su don de gentes y admirándole por su pluma lúcida demostrada en sus artículos periodísticos inspirados en su núcleo familiar y de abnegados maestros, en sus libros y sus demandas y apelaciones exhibiendo su dominio del Derecho a lo largo de sus 93 años de vida, y toda su trayectoria bajo nuestro cielo azul, está resumida en valiosos artículos post mortem publicados por distintas amistades en los Diarios locales por lo que me atrevo a decir respetuosamente, que él es el hombre que falta en la Galería de Personajes Ilustres de Arequipa y que las dignas autoridades del honorable Concejo Provincial de Arequipa, harían bien en honrarlo de esa forma.