La renuncia del Papa
Por: Carlos Meneses

“Oremos por el Papa en los días en los que recordamos a San Pedro y San Pablo”.

Son cada vez más frecuentes los pronósticos médicos sobre el estado negativo de la salud del Papa Francisco, al extremo de que el fin de semana recién pasado se rumoreó en la Santa Sede la posibilidad de que el primer papa latinoamericano pasaría a ser emérito al igual que su ilustre antecesor Benedicto XVI. Es posible que eso ocurra y lamentable para todos.

El estado de salud que ya impide al sacerdote argentino que el mundo admira el caminar con seguridad en sus viajes o en su quehacer diario en Roma.

La Iglesia sobrevivirá, sin duda alguna, a los malestares o a las muertes que se produzcan en el Trono de San Pedro así lo revela la historia de más de 2 mil años que tiene la Cristiandad, pero duele el saber que los hombres a los que confía el Colegio Cardenalicio el gobierno de la Iglesia se agoten como todo ser humano y comiencen a sentir las torturas derivadas de su labor y de los sufrimientos que ellos ven en el mundo.

Francisco ha venido a Perú, su elección como sucesor de Benedicto XVI fue bienvenida en esta ciudad a la que nos honró con su visita su antecesor Juan Pablo II para coronar a la Virgen de Chapi en el lugar donde ahora está el estadio de la UNSA.

De alguna manera la Roma del Perú, como se gusta llamar a Arequipa, guarda un profundo respeto por quienes son hombres de paz y afectuosos con los que más necesitan en ayuda espiritual o física, por eso nos duele lo que sufre el Santo Padre y desearíamos que se encuentre alivio a su dolencia y a su trabajo.

Entretanto, hay que pedir la asistencia divina para quien siendo un bueno regale sus bondades a los demás y nos dé a todos la seguridad de ganar derecho al cielo.

Dejanos un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked with *.