Por: Carlos Meneses

“Tengan en cuenta, políticos nacionales que la opinión pública está mirando lo que hacen y lo que deben hacer”.

Todos los peruanos estamos hartos de que no se encuentren puntos de coincidencia sobre los problemas que interesan al país entre el Poder Ejecutivo y el Congreso de la República, parecería que los líderes políticos de ambos poderes estatales están más empeñados en causarle daño a un país que está cansado de incomprensiones y de desencuentros.

No puede ser que para esclarecer la conveniencia de establecer formas para resolver los problemas que en ámbito de la pandemia, de la situación económica y de la constante alza del valor de las cosas en los mercados no existan puntos de coincidencia o motivos que procuren encontrar soluciones a lo que cada uno quiere ver con ojos diferentes, como si estuviéramos en países distintos o en circunstancias dispares.

Lo que está ocurriendo ahora es intolerable, pues parece que Ejecutivo y Legislativo quieren caminar por sendas contrarias cuando la realidad es una sola y exige desprendimiento para que se encuentren acuerdos aceptables y válidos para superar las contingencias que se están presentando.

Entretanto, se deja que las bolas de nieve que empiezan pequeñas se conviertan en gigantescas y virtualmente imposibles de solucionar. Nadie dice u ofrece alternativas de arreglo después de lo que ocurrió con la intervención del arzobispo de Huancayo y cardenal, Pedro Barreto, tampoco se ha dado respuesta al concierto que procuró el secretario ejecutivo del Consejo de Estado que intervino a lado del prelado.

Esta no es una carrera de quién gana la prueba sino de cómo vemos perder la esperanza a 33 millones de peruanos que observamos el incremento en los precios de los combustibles sin cesar y elevarse el costo de todo en los mercados de consumo de alimentos.

¡Deténganse un momento a pensar en el país que les fue confiado por mayoría! Aporten con lo que puedan para construir una patria que anhela volver a la normalidad, como lo está esperando todo el mundo, sin causar más daño a los que menos tienen.