Los perros del hortelano
Por: Carlos Meneses
“Majes es una realidad que está esperando decenas de años que se le ponga en marcha”.
Es realmente triste el papel realizado por algunos que no parecen arequipeños y están empeñados en frustrar el que la irrigación de Majes II pueda empezar a realizarse a partir de los próximos meses mediante la suscripción de la adenda 13 que permitirá exigir al consorcio ejecutor Cobra cumpla con las obligaciones concertadas, pues tiene todas las garantías del Estado peruano para hacerlo.
La falta de decisión de la gobernadora regional, Kimmerlee Gutiérrez Canahuire, evidencia que hay intereses de por medio que perturban un proceso aprobado en mayoría por los consejeros regionales a favor de la suscripción de la adenda 13 y también un malvado afán de quienes se oponen reclamando la tercera parte de la irrigación de Majes II por una pretensión de derechos que tendría Caylloma sobre los beneficios de Majes.
Debe considerarse como definitorio el que las 38 mil hectáreas de cultivos y la generación de más de 200 mil empleos directos o indirectos en Majes son una exigencia que solo puede satisfacerla Majes para generar trabajo y para garantizar el futuro de la macro región sur.
Toda perturbación que se agregue a la actualmente existente carece de sentido común y no se alcanza a comprender cuál es el motivo verdadero y malsano de oponerse a Majes.
Lo reclaman todos y si hay alguien que tiene razón suficiente para oponerse debe decirlo en alta voz y en una forma fundada para merecer la más mínima atención en contraparte.
La posición de Arequipa es clara, Majes es el único proyecto que tenemos. Desde hace 10 años espera un milagro que solo puede ocurrir cuando hay decisión en ejecutarlo y valentía suficiente para oponerse a quienes lo quieren malograr.