Por: Carlos Meneses

“Queremos una selección nacional el que todos sean peruanos que jueguen en el Perú”.

La mayoría de la barra arequipeña que vino de Lima para alentar al Melgar, en el partido en el que derrotamos al Deportivo Cali, quedó asombrada cuando las 40 mil gargantas presentes en el estadio de la UNSA gritaron al unísono por Arequipa durante la contienda deportiva.

Fue un gesto de identificación no solo con el grupo de jugadores presentes en el recinto deportivo sino el reconocimiento a un club que debería ser un modelo nacional tal como lo quería el ex entrenador de la selección Ricardo Gareca.

La renovación del contrato con Gareca era una garantía de cambio real en el fútbol peruano y el modelo a escoger lo planteó Melgar creando semillero con su cuadro de juveniles e infantiles y también de fútbol femenino.

En contraste, en todo el Perú los equipos están destrozados internamente. Veamos, por escoger un nombre, el caso de Universitario de Deportes un club endeudado que arrastra compromisos de pago que lo convierten en dueño de nada porque todo lo deben. Mientras Arequipa con el Monumental de la UNSA, tiene el mejor estadio del país,

Melgar es una organización eficiente, cumplidora de sus obligaciones de pago con su personal y equipo. Si no le damos esa vuelta a la camiseta en el fútbol difícilmente saldremos del problema que tenemos. Ese cambio lo reconoció y elogió Gareca.

Y si hemos pedido el concurso de semejante entrenador al que la hinchada peruana respaldó en todo momento durante 7 años ha llegado la hora de escuchar el mensaje que deja.

Hagamos que el balompié sea diferente y no tener necesidad de armar un equipo nacional en el que la mayoría de los jugadores juegan en coliseos ajenos a nuestra patria.

Lo mejor es tener una selección que sea de peruanos residentes en el país, que tengan calidad y que se sientan realmente vistiendo la casaquilla roja y blanca todos los días y a todas horas.