Por: Carlos Meneses

“Ni el gobierno regional ni la municipalidad deben devolver un sol no invertido de la plata que les dio el gobierno”.

Alrededor del proyecto Majes II no puede haber misterios ni silencios que inviten a la sospecha y al temor de mantener a la ciudadanía ignorante de lo que allí realmente está ocurriendo, así como del quehacer del gobierno regional y también de la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA).

El gobierno acaba de dar cuenta de que, como consecuencia de mayores regalías de la minería, ha entregado más dinero a las arcas del Gobierno Regional de Arequipa y del municipio provincial.

La población espera que, ahora, tanto la gobernadora como el alcalde de la ciudad hablen claro sobre qué van hacer con el dinero recibido, que debiera ya estarse invirtiendo en obras que generen empleo y permitan terminar lo que está en marcha en hospitales, escuelas, obras públicas en general.

Todos debemos tener perfecta cuenta de que las autoridades que actualmente dirigen la ciudad están de salida. Solo les queda poco tiempo en sus cargos y no sería aceptable que devuelvan ningún dinero por no haberlo sabido utilizar con prudencia y tino.

Los ingresos que el gobierno se propone entregar son consecuencia de un aumento en los precios del cobre, sobre todo, y nos parece absolutamente repudiable que se informe a diario de nuevas protestas por obras inconclusas que generan trabajo a los desocupados o que remplacen el quehacer de quienes tienen que llegar a extremos para poder alimentarse siquiera.

Podemos asegurar que tanto la administración regional como municipal pasarán a la historia para ser juzgados como buenos o malos por gestión que se debilita cada día más por el abandono de las responsabilidades asumidas en una fórmula de juramento que ofreció entrega total por Arequipa o rendición de cuentas ante Dios y la Patria.