En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas
Por: Ricardo Montero Reyes

Naciones Unidas calcula la población indígena en alrededor de 476 millones de personas en 90 países.

Hoy, 9 de agosto, se conmemora el Día Mundial de los Pueblos Indígenas. La Asamblea General de las Naciones Unidas lo instituyó el 23 de diciembre de 1994 durante el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo.

Naciones Unidas calcula la población indígena en alrededor de 476 millones de personas en 90 países. En el Perú, de acuerdo con la Base de Datos de Pueblos Indígenas u Originarios del Ministerio de Cultura, existen 55 pueblos indígenas, 51 en la Amazonía y cuatro en los Andes, distribuidos en 8,990 localidades. Los datos oficiales indican que hay una población aproximada de dos millones 701,928, el 80% de la cual vive en los Andes.

La población indígena representa poco más del 8% del total nacional. No obstante, y pese a su tamaño, aún representa uno de los sectores menos favorecidos y más vulnerables. Un estudio del Banco Mundial (BM) da cuenta, por ejemplo, que solo el 34% de los peruanos indígenas que habitan zonas rurales tiene acceso a educación primaria.

Como tenemos claro que las poblaciones indígenas viven en condiciones de pobreza o extrema pobreza, es importante entender por qué las poblaciones indígenas tienen mayor probabilidad de ser pobres. La respuesta nos ayudaría a encaminar mejores acciones a su favor.

En un estudio al 2016, el economista del BM Óscar Calvo-González explicó que la población indígena de América Latina presenta tasas de pobreza que son, en promedio, dos veces más altas que para el resto de los pobladores de la región, con el agravante de que tales tasas se han profundizado por efectos de la pandemia y la crisis económica mundial.

¿Por qué la población indígena se beneficia menos del crecimiento económico y tiene mayor probabilidad de ser pobre? Calvo-González menciona en su estudio, con datos objetivos de Bolivia, Ecuador, Guatemala, México y Perú, que, entre otras razones, es por la mayor tendencia de los indígenas a vivir en áreas rurales, sus menores niveles educativos, su lejanía de centros poblados donde existen servicios básicos, etcétera.

La afirmación ser indígena y ser pobre no es una novedad. Sin embargo, si es una novedad el siguiente hallazgo de Calvo-González: el 38% de la población indígena y el 19% de la no indígena de los países estudiados es pobre. Poco más de la mitad de esa brecha puede ser atribuida a diferencias como el nivel de educación, el sector de empleo, si se habita en el área urbana o rural o el número de dependientes de la familia. Y cómo se explica la otra porción de la diferencia. Pues el especialista afirma que incluso si un indígena alcanza determinado nivel de educación, sus ingresos tienden a ser menores a aquellos obtenidos por una persona no indígena con similar nivel educativo.

Estos resultados sugieren que la población indígena enfrenta desafíos particulares para beneficiarse del crecimiento y salir de la pobreza, los cuales deben ser planteados como una de las prioridades de la Nación.

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