Centros de salud de la periferia sin ambulancia, servicios y sábanas
Por: Roxana Ortiz A.
Siguen pasando los años y la situación para los puestos y centros de salud de las zonas altas de la región Arequipa no cambia para nada, a pesar que se devuelven miles de millones de soles al tesoro público debido a la inoperancia de los funcionarios y las autoridades del Gobierno Regional, quienes no priorizan la salud de la población.
“Los funcionarios del Seguro Integral de Salud nos han dicho que nosotros en los centros de la periferia solo debemos recetar paracetamol y amoxicilina, porque se supone que solo hacemos salud preventiva, pero y qué hacemos cuando la población no pide curar sus enfermedades”, cuestionó la directora de la micro red de Chuquibamba, Consuelo Ramos León Velarde ante el Consejo Regional de Arequipa, gracias a la gestión del consejero Harberth Zúñiga Herrera.
Hace algunos días, se produjo un accidente en Condesuyos falleciendo dos personas y resultando heridas cuatro, quienes tuvieron que ser trasladadas hasta Arequipa en camionetas, con múltiples fracturas en el cuerpo, tortura que les llevó más de seis horas de viaje hasta llegar a un hospital para su atención.
“No tenemos ambulancia, hay una que nos cedieron en el 2006 y que no tenemos cómo repararla porque no hay dinero, no tenemos ingresos propios debido al aseguramiento de la salud universal. El director de la Red de Salud nos ha dicho y así indican las normas, que solo se podría reparar la ambulancia si es que esta sufriera daños en el traslado”, añadió.
La profesional de salud señala que a diferencia de lo que pasa en la ciudad, es el personal de salud quien tiene que acudir en busca de los heridos cuando hay accidentes, de los que ocurre muchos por la zona debido a la alta incidencia de la minería y eso pasa por trasladarse más de dos horas y media de camino.
Cuentan con una vieja ambulancia que fue entregada por la gestión de la ex gobernadora Yamila Osorio Delgado, ensamblada y de segundo uso 4×2, sin código patrimonial y por lo tanto, no les pueden asignar presupuesto para su mantenimiento. Al movilizarse por carreteras en mal estado, el personal corre el riesgo de sufrir un accidente y en muchos de los casos, por lo pesado de la propia camioneta, es imposible movilizarse por dichas vías. A ello se suma que tiene un alto consumo de combustible que nadie quiere asumir.
En el centro de salud de Chuquibamba, tienen concentradores de oxígeno que les hicieron llegar por la pandemia, los que se encuentran a un costado de las camas que no tienen ni sábanas, los que corren el riesgo de robo, debido a que no cuentan con cerco perimétrico.
“No vamos a recibir la planta de oxígeno que nos prometieron, ya que el Gobierno Regional de Arequipa no garantiza el pago del consumo de luz; no hay para pagar los servicios de agua y luz desde hace mucho tiempo, porque no tenemos ingresos propios, el SIS no los asume tampoco y el Gobierno Regional no hace las debidas transferencias”, denunció la especialista.
Ella llegó hasta el Consejo Regional para solicitar atención a lo que pasa en esta alejada provincia de la región, panorama que se refleja en otras provincias alejadas, donde la población es la más afectada.
VISITA DE FUNCIONARIOS
Luego de la exposición que hiciera en el Consejo Regional, viajaron hasta Chuquibamba, la gobernadora Kimmerlee Gutiérrez, acompañado del gerente de Salud, Christian Nova, quienes se comprometieron a hacer las gestiones para la compra de una ambulancia, la entrega de algunos equipos que son necesarios para la atención de la población, como un equipo de rayos X, camas, además de la transferencia de dinero para el pago de los servicios básicos que se adeudan desde hace cuatro meses.
Adicionalmente a ello, las autoridades se han comprometido en agilizar los procedimientos para la construcción del centro de salud comunal de Chuquibamba, cuyo expediente fue elaborado por la Municipalidad Provincial y que se encuentra listo desde el 2019. También hubo el compromiso para levantar nuevamente la posta de salud de Pucuncho a 4,500 metros sobre el nivel del mar y que está en ruinas, mientras los trabajadores atienden en el centro comunitario.