Las elecciones de hoy
Por: Carlos Meneses
“La última palabra no está dicha, pues cualquiera de los candidatos puede retirarse a tiempo o todos los parlamentarios lograr un entendimiento para darle al Congreso estabilidad, seguridad y equilibrio con el Ejecutivo.
Los consensos que todos los peruanos queremos conseguir para salir de los problemas que confrontamos radican, fundamentalmente, en un entendimiento que sea consecuencia de diálogos y de comprobación de la necesidad que tenemos de entendernos.
Ocurre que como consecuencia de la censura que afectó a Lady Camones ha sido necesario que se realice un proceso electoral de renovación de la Presidencia del Congreso.
Todos esperaban que en un gran esfuerzo la derecha, el centro y la izquierda escogieran a una mujer o a un varón que sea parlamentario, que tuviera el mérito de apoyo colectivo para iniciar un diálogo necesario y urgente con un Poder Ejecutivo que no se ha entendido con el parlamento en ningún momento.
Las acusaciones van y vienen, pero con ellas no ganamos nada. Creíamos que en esta oportunidad era posible el entendimiento necesario y mínimo que hasta no ahora se vislumbra.
La verdad es que hay dos grandes sectores confrontados. El uno, los movimientos que respaldan a gobierno de Castillo y que lidera como grupo más poderoso Perú Libre. En el otro lado, las fracturas son evidentes y llegamos al proceso electoral con 6 candidatos.
Es de esperar que a última hora las cosas se arreglen, sea porque hay un entendimiento entre las bancadas o porque a la hora de votar, una mayoría significativa escoja lo que parece ser mejor entre los 6 postulantes.
En todo caso, es la primera vez que en el Congreso el movimiento representativo de Perú Libre presenta un candidato quien anuncia tomará licencia partidaria para poder defender los fueros del parlamento con independencia.
La derecha no ha logrado entenderse. Esa derecha fue en gran medida responsable de la censura de la presidenta anterior y ahora tenía la responsabilidad de, por lo menos, llegar a acuerdos para que se consiguiera una personalidad muy representativa de la unidad que debiera tener dentro de un propósito de buscar un equilibrio de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo.