Que se confiese y pida perdón
— Redacción Diario El Pueblo —

“Ojalá el presidente Castillo se confesara con el Pontífice y le pidiera la bendición para no cometer errores que perjudiquen al pueblo del Perú”.

Los peruanos hemos sido informados que, durante la visita del presidente Castillo a la Asamblea General de las Naciones Unidas, el jefe de Estado solicitó al Secretario de Estado del Vaticano, quien también estaba en Nueva York en la reunión de líderes miembros de la Organización, el conseguir oportunidad para que en el mes de octubre, famoso en el mundo por la gigantesca procesión del Señor de los Milagros en Lima, pueda reunirse en el Vaticano con el Papa Francisco.

Desde luego, el diplomático de la Santa Sede efectuará las gestiones necesarias para satisfacer lo que no solo es buen propósito del presidente sino una oportunidad para alcanzar al Pontífice los mejores deseos para su recuperación en salud y agradecerle la ocasión no negada por la Iglesia de perdonar a quienes siguen camino equivocado. Si, en realidad, Castillo quiere agregar a esa solicitud el pedir perdón por los errores cometidos en su premier año de gobierno e invocar la Iluminación Divina para mejorar comportamiento y preocupación por los problemas que confronta el país.

La oportunidad no solo merecerá el permiso del Congreso para tal gira sino agregar a la misma el pedido de que se consiga la paz que el propio Castillo ha pedido y el cese de la agresión rusa contra Ucrania.

Es evidente también que bien haría el presidente peruano en pedir que entre sus colaboradores inmediatos que lo acompañarían en ese viaje vayan personas con mayor capacidad y visión del universo que los que con él han ido a los Estados Unidos y se eviten las clamorosas fallas que se vieron no solo en su mensaje en Naciones Unidas, sino en la reunión con los sorprendidos empresarios norteamericanos que tendrían interés en el Perú y a los que solo faltó sollozar por las narraciones que hacia el mandatario sobre lo que él había visto de triste en el Perú.

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