Por: Roxana Ortiz A.

Desde inicio de año, se incrementó considerablemente el ingreso de huevos de Bolivia, pero sin ningún control sanitario, es decir, mediante contrabando; lo que de alguna manera habría beneficiado a la población para mantener los precios bajos; pero con un latente riesgo en su salud.

Control sanitario es deficiente

Según la Asociación de Avicultores del Sur (AVISUR), ellos en granja venden el kilo de huevos a un promedio de 6.70 soles; entonces cómo se explicaría que en mercados como Andrés Avelino, Cono Norte y otros, se pueda encontrar huevos hasta en 6 y 7 soles el kilo. La única explicación es que sería como consecuencia del contrabando.

“En los últimos meses se registra el ingreso al Perú de huevos de contrabando procedentes de la zona de Bolivia. Se estima que el volumen de estos huevos destinados a consumo humano, asciende a 3.8 millones de unidades por semana que ingresan por Juliaca vía terrestre donde no existe mayor control aduanero, hasta hogares de Arequipa, Cusco, Puno y Tacna”, denunció el presidente de AVISUR, Raúl Salas.

Es que ocurre como con muchos productos que ingresan de contrabando al país, debido a que en Bolivia el gobierno subsidia en parte los costos de producción de los huevos, especialmente los alimentos como la soya y el maíz, además de los combustibles para el transporte; por lo tanto, a los productores les resulta rentable ingresarlos a Perú, más aun cuando no pagan ningún tipo de impuesto.

“No solo este contrabando nos está perjudicando directamente a los productores que venimos de una pandemia que ha sido muy crítica, sino que se corre el riesgo que en algún momento se pueda desatar una epidemia de salmonelosis o de cualquier otra enfermedad que transmiten las aves, además del contagio de nuestros animales y todo se agravaría”, añadió el dirigente.

Salas dijo que la pandemia los ha perjudicado económicamente, además de los altos costos de los alimentos para las aves y otros insumos que utilizan para la producción, que en muchos de los casos los ha visto obligados a sacrificar los animales, porque no salía a costo seguir la producción con el excesivo incremento de los alimentos.

Los peor de todo, es que visualmente no hay manera de detectar qué tipo de huevo es de procedencia boliviana y qué otro es de producción peruana, salvo un análisis en un laboratorio; pero mientras tanto, la producción peruana se sigue perjudicando, así como se corre el riesgo de tener un problema de salud pública.

«Si Bolivia se apodera de este mercado, desaparecen los productores de Arequipa y Moquegua, y luego empezarán a mirar a Lima y esto afecta a 1 millón de familias que viven directa e indirectamente de este negocio. Hay casi 240 mil kilos semanales que entran y que hacen que los productores no se vean beneficiados por ello. Una clave para nosotros es que el Gobierno detenga esta competencia desleal y la desaparezca», añadió Pedro José de Zavala, miembro de AVISUR.

Es por ello que están exigiendo del gobierno que se refuercen los controles en las fronteras para evitar que siga el contrabando, dotar de mayor cantidad de equipos y personal a Aduanas, de lo contrario, en poco tiempo las consecuencias serán graves.