Por: Roxana Ortiz A.

Por los alrededores y dentro de los mercados, en tiendas de abarrotes y en otros lugares no autorizados, es posible conseguir algunos medicamentos, que son adquiridos por personas que tienen alguna enfermedad, pensando que les puede aliviar sus males, cuando puede ocurrir todo lo contrario, señala Patricia Delgado, responsable del área de Fiscalización de la Dirección de Medicamentos, Insumos y Drogas.

“En el mejor de los casos puede tratarse de pastillas que estén hechas con harina y azúcar, y no tengan mayores consecuencias al consumirlas; pero puede causarles daño si es que se trata de pacientes diabéticos por ejemplo; pero en otros casos, se pueden producir alergias o finalmente, que su enfermedad se agrave por no estar recibiendo el tratamiento adecuado, en todos los casos, hay consecuencias negativas”, añadió.

En la ciudad de Lima era muy usual la intervención de lugares donde no solo se fabricaban pastillas o cápsulas que eran debidamente empacadas, muy similares al producto original; igualmente lugares donde se producían ungüentos, pomadas, colirios entre otros, que ya se están comercializando en la ciudad de Arequipa.

Se han incautado productos como el Vick Vaporub, parches para calmar los dolores musculares que se venden de manera ambulatoria o parches de león como se le conoce usualmente; colirios, entre otros.

Definitivamente se trata de productos adulterados, que no tienen ningún registro sanitario y que no se sabe cómo y con qué ingredientes están hechos. De aplicarse directamente a la piel, además de las alergias, se corre el riesgo de adquirir hongos y otras enfermedades. En el caso de los colirios es aun más grave, porque les puede generar cataratas o hasta la ceguera.

La DIREMID ha iniciado una campaña denominada “La medicina bamba mata”, buscando concientizar a las personas para evitar la compra de supuestos medicamentos en lugares no autorizados. Recomiendan acudir a una farmacia o botica donde debe estar un químico farmacéutico que les dará las indicaciones necesarias para consumir el medicamento, y especialmente, tener la seguridad que lo que está comprando es realmente lo recomendado por el médico.

Por otro lado, también se hizo un llamado para que quienes tengan medicamentos que no hayan consumido o estén vencidos, llevarlos a los diversos establecimientos donde se ha dispuesto de un contenedor para poderlos desecharlos y no directamente a la basura, porque inescrupulosos los pueden recoger y reciclarlos para su comercialización.