Por: Roxana Ortiz A.

Las futuras autoridades regionales, además de recuperar la confianza de la población, nombrando funcionarios con experiencia y especialmente éticos, deberán poner atención a tres gerencias regionales que tienen serias irregularidades, incluso vinculadas estrechamente con la corrupción, señaló Ángel María Manrique, jefe de la Oficina Defensorial en Arequipa.

Uno de los principales motivos del porqué se tienen tantas obras paralizadas en la región Arequipa, es la falta de profesionales y técnicos idóneos para que elaboren los perfiles y los expedientes técnicos de las obras, los que tienen una serie de errores y que dan paso a la corrupción; los que actúan con la complicidad de la Gerencia Regional de Infraestructura, cuyos funcionarios debieron haber elegido bien a los proyectistas y luego supervisar el trabajo realizado.

Se han contratado a empresas o proyectistas que no han trabajado bien el proyecto, puede que haya hasta complicidad con las empresas constructoras, quienes al hacerse acreedoras de las licitaciones, en donde también hay irregularidades; de inmediato piden modificar el expediente, piden ampliaciones de plazo, ampliaciones de presupuesto y otros y finalmente se dejan abandonadas las obras, como las 119 que se han identificado en Arequipa.

La gerencia de Salud también tiene que recibir la atención debida, porque se trata de un tema muy sensible, al estar en juego la vida de miles de personas. Se han tenido años críticos con la pandemia, donde las autoridades no han sabido reaccionar, donde se cerraron hospitales para hacer obras que hasta el momento no se culminan, mientras cientos de personas fallecían sin ser atendidos y sentados en sus sillas de ruedas.

Parte de todo ese problema es no haber tenido los funcionarios correctos, por el contrario, han sido observados por la Contraloría, han cometido irregularidades, manteniendo hospitales nuevos sin poder utilizarse y los peor de todo es que la actual gestión no ha hecho nada por solucionar los problemas, por el contrario dio el respaldo a un funcionario altamente cuestionado.

Algo aun más grave ocurre en la Gerencia de Transportes, donde los problemas se arrastran desde hace años y donde incluso se tiene investigaciones y denuncias penales; pero que hasta el momento no hay resultados, mientras que la corrupción continúa impunemente.

¿Qué conductor en Arequipa puede asegurar que cuando se acercó a esta institución, no le han ofrecido realizar sus trámites con una coima de por medio?, muy pocos. A esta Gerencia acuden miles de ciudadanos por necesidad y por lo tanto es un problema que tiene que resolverse, no solo cambiando a sus funcionarios, por gente capacitada, sino especialmente con una solidez moral comprobada, además de hacer una reingeniería total, recomendó a las nuevas autoridades regionales.