Policías de Charcani deben servir en Arequipa
Por: Carlos Meneses
“Si la delincuencia crece, como ocurre en Arequipa no es posible aceptar que quienes se forman en una escuela arequipeña para ser agentes del orden se vayan a servir en otros lugares de la República.”
En Arequipa existe una escuela de suboficiales de la Policía Nacional del Perú que, curiosamente, cuando cumplen su capacitación profesional son enviados a otras regiones del país, lo que sería posible en otros tiempos, pero no en los actuales en que la delincuencia ha crecido obligando a tomar excepcionales medidas en la PNP y en el Ministerio Público.
Una política equivocada del Ministerio del Interior ha sido confiar las jefaturas de las regiones policiales existentes a altos niveles institucionales por tiempos limitados que no permiten desarrollar políticas, pues antes de que se pongan en plena vigencia son interrumpidas por el cambio del jefe correspondiente. En otras palabras, lo que ocurre con los ministerios ha estado pasando antes con las comandancias regionales de la Policía.
Desde que asumió el poder el presidente Castillo las cosas han empeorado y la delincuencia se ha incrementado, obligando a declarar estado de emergencia en Lima y Callao con la necesaria participación de la fuerza armada para fortalecer la tarea contra los delincuentes de todo tipo que no han limitado su accionar a Lima capital y Callao, sino que han extendido sus maldades en toda la República y especialmente en La Libertad y en Arequipa.
Por eso a la par que satisface que la PNP y el Ministerio Público regional de Arequipa haya concertado entendimiento para hacer frente unidos, con personal, recursos económicos y logísticos es menester reclamar que los egresados de la Escuela de Charcani de la Policía Nacional sean destinados a reforzar esta lucha desigual entre una Policía escasa de recursos, de efectivos y una delincuencia que crece día a día y actúa en Arequipa teniendo su centro logístico y jefatural fuera de esta ciudad.