Por: Roxana Ortiz A.

Se está a casi dos meses de culminar el año y con él las actuales gestiones regional y municipales, cuyos titulares han decidido ejecutar obras en el último año de gestión, con la expectativa de obtener buenos resultados en las elecciones de octubre; como ya es usual, las obras iniciadas se están demorando más de lo previsto y los vecinos temen que no se culminen en la presente gestión.

“Si no se terminan hasta diciembre lo más probable es que sigan varios meses del próximo año en la misma situación hasta que el nuevo alcalde revise si todo lo realizado está bien hecho, si no hay irregularidades y si tiene presupuesto para culminarlas y mientras tanto, nosotros los vecinos somos los únicos perjudicados”, señaló Juan Gómez, quien vive por la urbanización 15 de Enero en Paucarpata.

Allí, en la alameda Cayro, que se ubica justo al frente del hospital Edmundo Escomel de Essalud, el 5 de enero pasado la municipalidad de Paucarpata inició la remodelación del parque, con la oposición de los vecinos, pero igual se comenzó a ejecutar. La obra debió culminar el 15 de julio con un presupuesto de más de 6 millones de soles.

Hasta el momento, luego de cuatro meses de vencido el plazo, el lugar sigue cerrado, con las obras abandonadas y no hay fecha exacta de cuándo podrían culminar, mientras que el alcalde José Supo no da respuestas a los vecinos.

En Yanahuara ocurre un caso similar, aunque están dentro del plazo previsto para la ejecución. El alcalde Ánghelo Huerta, antes de las elecciones se jactaba que hace obras en menos de un mes. Dos días antes del proceso electoral, acudió a “observar”, cómo se inauguraba las dos cuadras de la avenida Quiñones, adoquinada en dos semanas; mientras que la continuación de la vía, correspondiente a Víctor Andrés Belaunde, después de 40 días sigue con grandes montículos de tierra.

“La obra está prevista para ejecutarse en 120 días, apenas han pasado 45 días, estamos en los plazos”, justificó, mientras que los propietarios de la mayoría de negocios siguen con sus puertas cerradas, algunos quebraron y otros han tenido que despedir a sus trabajadores.

También en el mismo sector, aunque la municipalidad distrital no es responsable, sino de haber dado el permiso, se ha abierto una zanja en la avenida Ejército, recientemente asfaltada. Pasar por el lugar hace que el tránsito se demore varios minutos más de lo usual, porque sigue abierta.

En Bustamante y Rivero también las obras avanzan a “paso de tortuga”, se avanzó rápidamente en el asfaltado que está justo al frente del municipio, mientras que en el resto de la avenida Dolores, de vez en cuando acuden los obreros para avanzar con las bermas, que ya se están malogrando debido a que los conductores las usan como estacionamientos, sin haber sido concluidas.